miércoles, 14 de septiembre de 2011

Trastorno del espectro autista y sexualidad

En todas las personas la sexualidad es un aspecto relevante de la personalidad. Los autistas no son una excepción. Por sus características, es altamente probable que requieran el establecimiento de pautas sociales para poder expresarla, tales como dónde, cuándo y cómo expresarla.
Sabemos que la sexualidad incluye la identidad del género, la amistad, la autoestima, la imagen, el conocimiento del cuerpo, el desarrollo emocional y el comportamiento social, así como la expresión física del amor, del afecto y de los deseos y todos tenemos derecho de amar y ser amado, de descubrir nuevas amistades y relaciones emocionales y buscar la felicidad en el encuentro con el otro.
La sexualidad y su expresión atraviesan por diferentes momentos de maduración física, mental, emocional y social. En períodos históricos diferentes se acostumbran diversos usos referidos a la sexualidad. Actualmente vivimos una época donde se presta mayor atención a la diversidad sexual y a sus expresiones. Y, al mismo tiempo, se va tomando conciencia que personas con diferentes patologías ejercen su derecho a una sexualidad plena y muchas otras necesitan de nuestra colaboración para acceder a la información sobre cuidados y responsabilidades en el ejercicio de la misma.
Desde que nacemos, incorporamos diversos mensajes en torno a las conductas sexuales; algunos son positivos otros negativos, y nos apropiamos de ellos, los incorporamos a nuestro “bagaje” cultural. Nuestra interacción con el medio ambiente provoca nuestro “sentir”, nuestras “vivencias”, nuestras “conceptualizaciones”. Desde el afuera se nos brindan dos modelos fuertes para la identificación sexual humana, el femenino y el masculino, que se van construyendo en cada sujeto de forma diferente. Son pautas de comportamientos y principios que nos permiten vivir en sociedad.
¿Cómo se produce esa identificación con el afuera, con lo femenino, con lo masculino una persona del espectro autista? ¿Cómo es la construcción subjetiva de su ser femenino o masculino? ¿Cómo afecta las conductas de los padres en la construcción subjetiva de la sexualidad de su hijo autista? ¿Y los especialistas que trabajan con ellos, las personas que los cuidan, los docentes, qué trasmiten al moverlo, tocarlo, ejercitar su cuerpo, cambiarlo?
Son interrogantes que debemos tener presente en “el encuentro” con un sujeto que padece autismo, donde el lenguaje verbal es dejado de lado y se pone el acento en lo que se revela a través de sus juegos estereotipados.
Actualmente, las neurociencias nos aportan mediante numerosas investigaciones qué acontecimientos de orden genético desencadenan fallas en el funcionamiento de ciertas neuronas que favorecerían la aparición del autismo.
Desorganización neurológica que sumada a factores ambientales provocan síntomas autistas desde leves a graves.
En los casos leves, los síntomas se comienzan a notar en la etapa de escolarización y en los graves son detectados en edades muy tempranas, inclusive en la etapa neonatal.
Pueden desarrollar un sinnúmero de capacidades, inclusive a nivel cognitivo, ello va a depender de su organización neurológica, a pesar de que el modo de vincularse con el afuera generalmente está en bajos niveles de capacidad para hacerlo, sus habilidades de socialización son muy pobres, y en algunos casos nulas.
¿Cómo acompañar su proceso de sexuación cuando hay que restablecer funciones neuronales perdidas, que afectan por sobre todo los vínculos afectivos y sociales?
Tenemos que tener en cuenta que ese bebé o niño diagnosticado con “indicios de autismo” o “autismo” posee en mayor o menor grado la capacidad de poder desarrollar conductas que muestran sus “deseos”, “su voluntad para…”, “ su determinación para actuar de tal o cual modo”.
Es fundamental que el entorno familiar pueda acompañar y fortalecer los primeros indicios de “deseos propios”.
Las personas que tienen autismo manifiestan conductas particulares en el ámbito de la comunicación en el trato con las personas con las que se vinculan.
Desde el lenguaje oralizado, puede darse la ausencia total del mismo o un hablar sofisticado, pasando por diversos trastornos, uno de los más característicos es la ecolalia.
Su lenguaje y la comprensión del mismo van a estar en estrecha relación con sus adquisiciones cognitivas.
Dado que la comunicación se ve afectada, nos resultará mucho más dificultosa la enseñanza de diversos cuidados, normas y pautas culturales, en este caso referidas a lo sexual.
La mirada será una gran vía de comunicación, y debemos estar atentos a la misma para poder decodificar expresiones emotivas y deseos.
Cada niño, adolescente o adulto que padezca trastorno del espectro autista presentará problemáticas y dificultades propias a cada sujeto.
Es nuestra responsabilidad como padres, educadores o profesionales estar atentos a las manifestaciones de la sexualidad para poder brindar un acompañamiento adecuado para ayudar a su proceso de sexuación. Debemos brindar refuerzos específicos a los comportamientos positivos y estar comunicados entre padres, docentes y profesionales sobre los diferentes manifestaciones de su sexualidad y tener acuerdos sobre normas y valores sexuales de la familia y el entorno. Las familias se encuentran ante un verdadero problema cuando se repara en las necesidades sexuales de sus hijos, por lo que debemos cuidar siempre que todo se desarrolle en un clima cordial.
Las técnicas de tipo cognitivo-conductual son las más apropiadas para aplicar en sujetos que se encuadran dentro del autismo
Cada sujeto se va a manifestar en función de su deseo, aunque al mismo tiempo va a reaccionar de acuerdo a cómo nos comportemos nosotros ante sucesos inesperados.
Además, hay situaciones biológicas como la primera polución nocturna en los varones, o la menarca en las mujeres que no sabemos cuándo van a ocurrir y que pueden generar vivencias muy angustiantes.
Debemos tener la suficiente comprensión y estar atentos a sus distintos estados de ánimo.
Las personas con síntomas de autismo, en general:
- Les cuesta establecer lazos sociales.
- Poseen limitados recursos para relacionarse.
- Se les dificulta la posibilidad de percibir sentimientos, pensamientos, motivaciones, conductas y estilos de vida de los demás.
- No es un miembro de participación activa en un grupo.
- Su comprensión verbal es muy rudimentaria.
- En general, no manifiesta interés por las relaciones sexuales como modo de vincularse amorosa y afectivamente con el otro.
- Poseen conductas de tipo ritualista.
- Suelen tener muy buena memoria inmediata.
- Les gustar estar ensimismados.
Las manifestaciones sexuales más comunes dentro del Espectro Autista van a estar determinadas por varias variables que acompañan a su nivel de organización y maduración neurológica, a su nivel de maduración emocional y a su edad biológica y debemos de tener en cuenta que en ellos se observa:
- tendencia al aislamiento;
- no tienen personal interés por participar en situaciones sociales;
- desarrollo del lenguaje y su posibilidad de comunicación;
- uso del lenguaje gestual y expresión de sus emociones.
Algunas expresiones de la sexualidad más corriente con las que nos podemos encontrar son:
Retraso mental profundo (mayoritariamente sin lenguaje oral):
Apoya sus genitales sobre un objeto o una persona y se frota.
Lleva sus manos por debajo de su ropa hacia sus genitales, oliendo luego sus manos.
Toca sus heces, las huele y juega con ellas.
Explora sus genitales en la hora del baño.
Abrazos o un acercamiento, generando en ellos sensaciones placenteras que los llevarían a una excitación.
Retraso mental moderado (en general, con poco lenguaje verbal y de manera selectiva):
Masturbación sin buscar contacto con objeto o persona.
Tocarse los genitales en presencia de determinadas personas.
Repiten frases con contenido sexual escuchadas.
Buscan tocar a otro sólo para sentir la excitación que provoca el contacto con el cuerpo de otra persona, no necesariamente por estar siendo estimulados por alguien, o por ver a otra persona desnuda.
Retraso mental leve (con expresión verbal):
Imitar situaciones que pueda ver en programas televisivos o en el cine.
Apoyar sus genitales contra objetos y personas con intención.
Realizar preguntas referidas a la sexualidad.
Dentro del grupo familiar, escolar, institucional, cada integrante deberá establecer un ámbito interpersonal positivo, valorando las diferencias, comprendiendo los distintos puntos de vista. Se deberá brindar un clima emocionalmente sólido en los diferentes ámbitos en los que participa. Un entorno cálido y receptivo ayudará a brindar la oportunidad de manifestar sus emociones y sus afectos.
Debemos tener como objetivo que pueda manifestarse sexualmente de manera socialmente aceptada, incluyendo el sentido de respeto y valoración de la propia persona. Debemos hacerle saber que es digno de ser amado y comprendido.
La sexualidad, entendiendo la misma como parte de la afectividad, nos permite expresar cariño, amor, ternura hacia otras personas.
El Lic. Pablo Nakama, alumno del curso de Formación en Salud Sexual para Niños y Adolescentes con NEE y director terapéutico del centro de día y educativo terapéutico “Convivir”, y superviso del centro “Creciendo Juntos”, nos propone una manera de poder “explicar” ciertas cuestiones referidas a las emociones y a la sexualidad que comparto en el cuadro que acompaña esta nota.
En las columnas de la izquierda uno va agregando información de contenidos que aumenten la comprensión, sea dando un significado o experiencias concretas que permitan unirlo a vivencias del mismo, y en la derecha uno va agregando aspectos valorativos, ya sean pautas directivas, sugerencias como también medidas preactivas de salud y protección.
Este es un modelo general que seguramente debe individualizarse para ajustar a las experiencias particulares de las personas.
Es importante contar con experiencias vividas por cada sujeto que padece autismo, ya que de ese modo es mucho más sencillo poder dar cuenta de ciertos conceptos
En casos moderados de trastorno autista también se parte del mismo paradigma, pero las dificultades en las posibilidades de abstracción y lenguaje hacen que uno se apoye en recurso analógicos y visuales para lograr una mayor comprensión. Se suele usar el recurso de “Historias o Historietas Sociales”. Los niños poseen fortalezas en procesamientos visuales, por lo que es recomendable el uso de material analógico que permita decodificar más fácilmente cuestiones que contienen cierto grado de abstracción y objetivarlo en material visual que el sujeto pueda tenerlo con permanencia como material de consulta.
a- Suele comenzarse a enseñarse fotos o imágenes para reconocer emociones por gestos faciales.
b- Luego asociar emociones a ciertas situaciones, estableciendo relaciones de causa efecto de hechos emocionales en situaciones personales: “Cómo me siento si me regalan (algo que le guste al niño)”, “cómo me siento si me retan”.
c- Luego es poder reconocer relaciones de causa y efecto en otras personas a través de dramatizaciones, historietas o videos.
d- Luego se incita a enseñar relaciones de causa y efecto entre emociones y conductas consecuentes o posibles para resolver o minimizar conflictos. “Qué harías si te empuja un chico y te enojas”, “qué podrías hacer si sin querer empujas a un chico y él se enoja”.
e- Se implementan script o diccionarios graficando situaciones y conductas adecuadas; permite dar pautas directivas de las conductas adecuadas y las que no lo son. “Si uno quiere ser amigo de otro puede (con apoyo de dibujos): mirarlo y sonreír, invitarlo a jugar, conversar de algún tema que le guste, convidarle cosas, darle ayuda cuando lo necesite, o pedirle ayuda cuando lo necesites, no pegar, no gritarle, etc. Para trasmitir también conceptos valorativos, y medidas preactivas de cuidados y autoprotección: “Es bueno hacer amigos para pasar tiempo divertido”, “es importante pedir ayuda para solucionar un problema”, cuando uno le gusta alguien puede…”. “Si uno está excitado/si uno quiere tocarse los genitales puede pedir estar solo, luego lavarse las manos”.
Teniendo en cuenta que las personas del espectro autista no presentan especial interés en la interacción social, aunque así como nos esforzamos en enseñarles buenos modales a la hora de alimentarse, hábitos de higiene, conductas adecuadas en la interacción social como el saludar al otro, cuidados al estar en lugares públicos como un supermercado, deberíamos pensar en acercar conocimientos en cuestiones relacionadas con su desarrollo sexual.
Específicamente en el tema de su evolución sexual experimentan sensaciones que manifiestan de manera espontánea. Tiene que quedar muy claro que en el Autismo la sexualidad (fisiológica) se desarrolla de manera normal.
Tal vez la conducta expresiva más habitual en el autismo relacionada con la sexualidad sea la masturbación.
Tenemos que observar la auto-estimulación como uno de los caminos para el desarrollo sexual de las personas con autismo. Es importante que pueda hacerlo y que se masturbe en lugares privados, sin daños personales. Esa conducta se mantendrá durante su vida adulta, aunque, al igual que en el resto de las personas, irá disminuyendo en periodicidad.
Si vemos que se masturba en público, tranquilamente decirle al niño aquí “no”, e insistir en el no. Seguidamente, llevarlo por ejemplo, al baño y dejarlo que prosiga con la conducta masturbatoria.
Percibir la individualidad de las personas con espectro autista es comprender un proceso psíquico diferente y lleno de particularidades. La sexualidad es una necesidad del sujeto que debemos reconocer, y orientar para que puedan acceder a situaciones saludables. Los deseos y expresiones sexuales debemos tomarlas como potenciales experiencias de aprendizajes y depende de cómo éstas se organicen y de cómo actuemos frente a las mismas serán validas para la adquisición de conocimientos y hábitos saludables, evitando situaciones incómodas para los demás y para ellos.
María Marta Castro Martín*
* María Marta Castro Martín es Sexóloga Educativa y Especialista en Estimulación Adecuada/Temprana.
Contacto:
www.estimulosadecuados.com.ar

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