jueves, 8 de marzo de 2012

¿Cómo enfrentar la educación sexual de una persona con capacidades diferentes?

Descripción de la imagen:una paeja de espaldas vestidos con jean ambos tienen sus manos el el bolsillo trasero del otro
El objetivo central de la educación sexual es el logro de conductas adecuadas.
En el año 1975 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer tres nociones básicas en el concepto de sexualidad sana:

1-La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva dentro del marco de la ética social y personal.
2-La ausencia de factores como: la vergüenza, la culpabilidad, las creencias infundadas, que inhiban la actividad sexual reproductiva.
3-La ausencia de trastornos orgánicos o deficientes.


En el trato de niños y adolescentes con déficit neurológicos y capacidades diferentes se hace evidente la demanda de padres y, educadores, acerca de cómo actuar frente a las conductas sexuales manifestadas en diferentes oportunidades, ya sea en el hogar como en su centro educativo, por eso es necesario e importante la capacitación en el campo de la Educación Sexual por parte de los profesores para que puedan orientar tanto a los padres, niños y adolescentes a su cargo.
Pensamos que deben ser los propios profesores de cada centro de Educación Especial el que, tras haber recibido formación acerca de Educación Sexual, realice la tarea de orientación ya tiene un mayor conocimiento acerca de las necesidades y capacidades de sus alumnos.
El camino adecuado es organizar un plan de intervenciones basado en los intereses e ideas de cada docente /profesional que realice el curso, que se tendrá en cuenta permanentemente.
No es cierto que la sexualidad sea de manera generalizada un tema tabú, del que no se habla en casa, o en el ámbito educativo, pero si es cierto que se debe estar informado y poseer las herramientas adecuadas para realizar intervenciones efectivas.
En el desarrollo de este proyecto hemos tenido en cuenta las siguientes preguntas:
  • ¿En personas con capacidades diferentes en edad escolar, llegada la adolescencia, hay confusión sexual?
  • ¿Cómo actuar frente a una situación de masturbación?
  • ¿Cómo hace una profesora cuando las autoridades del colegio en que trabaja no se quieren tocar temas referidos a la sexualidad?
  • ¿Es cierto que por solo abrazar a un adolescente con capacidades diferentes lo puedo excitar?
  • Estoy en clase y veo a un joven tener una erección ¡qué debo hacer?
  • ¿Es posible qué tengan parejas estables?
  • ¿Se puede o se debe enseñar a disfrutar de la sexualidad también a los adolescentes con capacidades diferentes?
Estas y otras dudas suelen plantearse docentes de educación especial. Para quienes trabajamos en Educación Sexual son excelente material de trabajo. Y es nuestra propuesta trabajar éstas y otras dudas que surjan a lo largo del curso..
El programa de Educación Sexual que nosotros desarrollamos tiene como ejes fundamentales, no sólo el aportar información o borrar mitos, sino trabajar con las actitudes, y fomentar la asertividad.
Una de las ideas fundamentales de nuestro programa es, que la sexualidad no tiene por qué estar centrada en la genitalidad, que podemos disfrutarla con todo el cuerpo. Intentamos valorar como relaciones sexuales plenas y satisfactorias las relaciones no coitales y coitales.
Pensamos pues, que debemos dar una formación a los docentes y profesionales para que puedan estar informados de cómo orientar con el mayor grado de conocimientos a adolescentes con capacidades diferentes y a sus padres y/o tutores, que los primeros puedan actuar y desarrollar su vida sexual con responsabilidad y seguridad.
Los niños y las niñas con alguna discapacidad física no tienen por qué ser tratados de manera diferente que los demás: la sexualidad en ellos se desenvuelve del mismo modo que en el resto de los niños. En todo caso, el empeño ha de centrarse para que, precisamente, en el aula y en la escuela puedan tener las mismas condiciones: que no se les excluya, sino que teniendo en cuenta las particulares limitaciones de cada uno, se busque la forma de integrarlos. Estos niños y niñas necesitan una mayor cantidad de experiencias y un esfuerzo extra de sus padres y maestros para poder adquirir dichos esquemas, pues, precisamente, su discapacidad bloquea esos procesos de generalización que permiten que los demás niños si puedan adquirirlo. En ese sentido, si resulta importante una educación sexual integral para los niños que no presentan discapacidad mental, con más razón resulta indispensable una educación que ayude a asumir y comprender de manera positiva su sexualidad a los niños con capacidades diferentes .
Hay que considerar que en ellos se presentan una baja autoestima, un débil control de los impulsos, una baja tolerancia a la frustración, una escasa compresión y, en consecuencia, que todos estos factores los conducen a la búsqueda de la gratificación a través de las sensaciones placenteras. Si la educación sexual no se inicia desde la infancia será muy difícil hacerles entender, cuando lleguen a la adolescencia, que lo que se busca es evitar que se hagan daño
Es fundamental hacerlos concientes de que existen conductas públicas y conductas privadas, que con las públicas ha de tenerse cuidado de no ofender ni agredir y que hay otras que sólo deberán hacerse en privado; aunque éstas últimas no por ser privadas puedan atentar contra la propia salud.
Es muy importante que quienes presentan déficit mental inicien desde la infancia a distinguir las conductas privadas de las conductas públicas y, muy especialmente, en función de la sexualidad; de lo contrario-como ya se ha dicho-resulta muy difícil lograrlo en la adolescencia, cuando la necesidad sexual irrumpe plenamente. Si se consigue inculcar en estos niños y niñas los conceptos de conductas públicas y conductas privadas (sin agredirlos por manifestar su curiosidad sexual, respetándolos por manifestar sus inquietudes) estarán en mejores condiciones de enfrentar las demandas sexuales que aparecen en la adolescencia.

Sabemos que los padres de niños o niñas con capacidades diferentes suelen atravesar por varias etapas:
  • Negación (no aceptan que su hijo o hija tenga esa discapacidad),
  • Rechazo,
  • Duelo y
  • Aceptación.
Es importante que maestros y maestras ayuden a los padres de familia o los deriven con un especialista para que superen dichos sentimientos, pues si a la discapacidad mental se suma la carencia de afecto, podrían ocasionarse en el futuro de esos niños y niñas conductas sexuales difíciles de controlar.
En algunos de los adolescentes con capacidades diferentes no suelen darse las preocupaciones que aparecen en los otros adolescentes: no los inquieta la aparición de los caracteres sexuales secundarios, ni su identidad, pues al no llegar a la etapa en que se consiguen las operaciones formales no se redescubre ni conquista la capacidad crítica. En ellos, el problema principal será no haber conseguido un autocontrol, pues las necesidades sexuales tienden a ser actuadas espontáneamente, sin ningún control moral. De ahí la especial importancia de brindar una específica educación sexual desde la infancia a quienes presentan déficit mental, y lo indispensable de que hayan aprendido la frontera entre las conductas privadas y las conductas públicas antes de que lleguen a la adolescencia.
Para quienes tengan conocidos que pueda llegar a interesarles el tema de educación sexual en personas con déficit les mando el vínculo con la información del curso:
http://ar.geocities.com/marty_624/cur.htm

Prof.María Marta Castro Martín
Educadora Sexual-Argentina

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