Descripción de la imagen:Nelson Cardona escalando montañas nevadas
Nelson Cardona, que conquistó el monte Everest, ahora va por la máxima cumbre en Norteamérica.
A paso firme, con una prótesis en lugar de su pierna derecha, Nelson Cardona
va por la conquista del monte más alto de Norteamérica. Él, recordado por ser el primer discapacitado colombiano en conquistar
la cumbre del Everest en el 2010, arranca este lunes la búsqueda de la cima
del monte McKinley, en Alaska, de 6.194 metros de altura. Todo esto, como parte
de su gran proyecto: conquistar los sitios más altos de cada continente
en una condición especial.
El punto de giro de Cardona se remonta al 2 de marzo del 2006. Ese día,
durante una práctica en el Nevado del Ruiz, cayó de 18 metros de altura a lo que
parecía un infierno personal, pues el golpe le causó cinco fracturas
maxilofaciales, una cefalocraneal, la pérdida de su dentadura, la ruptura de su
pelvis en dos partes y el destrozo completo de su pierna derecha. Pero,
de toda crisis nace una oportunidad.
"Hay que convertir una situación difícil en una herramienta para triunfar",
dice orgulloso hoy Nelson que, luego de temer que su sueño de retar las alturas
quedara desmoronado como su pierna, volvió en el 2008 a la escalada
gracias a una prótesis en su pierna derecha. Tras eso, ya ha visto el
mundo desde las cumbres del monte Aconcagua (Argentina, Suramérica), el Everest
(Nepal, Asia) y el Kilimanjaro (Tanzania, África). Ahora busca la cima del
McKinley (Estados Unidos, América del Norte), el cuarto en el proyecto
de Expediciones Epopeya Sin Límite, 7 cumbres. Aparte de
los mencionados, en la lista están el Pirámide de Carstensz (Oceanía), el Elbrus
(Rusia, Europa) y el Vinson (Antártida). Su idea es haberlos escalado todos a
mediados del 2013.
"Este es un llamado al mundo para mostrarle hasta donde vamos a llegar con
una sola pierna", asegura animado Nelson, que a sus 50 años todavía sueña como
niño, pues no se detuvo luego de conquistar el monte Everest, el más
alto del mundo. "Esa no fue la cima de un proyecto sino un medio para llegar a
otras cumbres más grandes", advierte el escalador. Aunque pudo frenar
luego de eso, hace tres años, él tiene claro que la máxima cima no es techo para
sus propias metas.
"Estoy escalando un Everest personal", explica el hombre que aspira haber
llegado a la cima del Monte McKinley el próximo 15 de junio, en lo que apenas es
una estación en su gran reto: ser referente mundial de lo que una
persona con discapacidad puede lograr
Fuente: El tiempo
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