lunes, 22 de julio de 2013

Diseñan una silla de ruedas que se mueve con la mente

“Cuando vimos la silla moverse por primera vez, nos resultó muy impactante, de ciencia ficción, y hay que ver la reacción del paciente, donde obtiene una situación de relativa independencia que es muy gratificante”, apuntó el neurólogo Carlos Ballario, director médico de la Fundación Rosarina de Neuro-Rehabilitación al mostrar la primera silla de ruedas inteligente desarrollada en el país. En ella trabajó la empresa local del Polo Tecnológico de Rosario, Interactive Dynamics, que desarrolló un casco interactivo que tiene la capacidad de registrar las señales bioeléctricas provenientes de la actividad cerebral.
“Estas interfaces se denominan BCI (Brain Computer Interface) y permiten que desde una computadora se detecten diferentes actividades cerebrales asociadas a emociones o sutiles movimientos musculares. Los cascos están compuestos por sensores, que detectan las señales eléctricas producidas por el cerebro. Por medio de un software de análisis, se transforman en comandos ejecutables por una computadora. El resultado es que se puede interactuar con el mundo digital utilizando únicamente el pensamiento”, agregó Juan Pablo Manson, director de la empresa, quien trabajó junto a Pablo Medina y Gastón Pereyra Puyó.
La silla de ruedas inteligente será presentada el próximo viernes a las 19 en el auditorio de la fundación, Alem 1416, y ya fue probada por nueve voluntarios. “Si bien hace más de una década que ya se utilizan en países como Alemania, Estados Unidos, Canadá o Japón, en nuestro país había algunas experiencias en las universidades de bioingeniería de Paraná y San Juan, pero en nuestra fundación hace un poco más de un año que estábamos experimentando con el software creado por la gente de Interactive Dynamics”, agregó Ballario.
Consultado sobre a qué tipo de pacientes está destinada la silla de ruedas inteligente, el integrante de la Sociedad Neurológica Argentina explicó: “Es para enfermedades específicas que producen debilidad muscular en brazos y piernas que lo incapacitan para moverse en sillas de ruedas manuales o eléctricas donde se manejan con un comando tipo joystick”.
“Esta silla es útil para una persona que ha tenido un trauma severo en la columna cervical, con una parálisis en piernas y brazos y se puede beneficiar; una persona que tuvo un ataque o infarto cerebral que le genera la imposibilidad de mover brazos y piernas pero tiene la visón preservada y cierto nivel intelectual para poder entrenarse; también para aquellos que tienen enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica que produce debilidad muscular”, agregó.
“Es importante saber que no todo enfermo neurológico se va a beneficiar con la silla, porque si la persona no ve, por ejemplo, no la podemos entrenar. Lo hemos probado en nueve voluntarios sanos y ya lo hemos probado con un paciente que responde muy bien, estamos entrenando al segundo paciente. Entre el 80 y el 90 por ciento de la gente con enfermedades neurológicas puede ser entrenada”, añadió.
Más adelante, el profesional señaló que esta silla inteligente le brinda al paciente una situación de relativa independencia que “es muy gratificante”. “No es para salir a la calle sino para ambientes controlados. Aun no están dadas las condiciones para que una persona sola, con un nivel de discapacidad importante, salga a la calle. Sí, para moverse dentro de su casa, salir al patio a tomar sol y volver”, aclaró.
“La silla cuenta, además, con sensores que captan si hay un escalón, un desnivel u obstáculo en la superficie, la silla se detiene. Este casco no resuelve el tema de su discapacidad, es para quienes no se pueden comunicar con el mundo, para quien se siente un objeto que lo llevan y lo traen a todos lados, es tener una chance de tomar la decisión de cuándo salir o cuando quedarse, ponerse bajo la sombra si así lo quiere, e incluso su cuidador también tiene una cierta autonomía. El próximo paso es agregarle a la notebook un sistema comunicacional para aquellos que no pueden hablar, donde ya está desarrollado; sin dudas, el gran impulso en la ciencia lo da la industria de los videosjuegos”, subrayó Ballario.
Desde el Polo Tecnológico de la ciudad, los jóvenes de Interactive Dynamics apuntaron que trabajaron “con cascos BCI (Brain Computer Interface) que registran las señales bioeléctricas provenientes de la actividad cerebral y con un software de análisis pueden convertirlas en un comando de computador”. Además, explicaron que apuestan por una variedad de aplicaciones en potencia.
“No lo podía creer” 
Camila López es kinesióloga de la Fundación Rosarina de Neuro-Rehabilitación y se presta para la demostración. Se coloca el casco y espera que en la pantalla de la notebook aparezca la infografía que muestra que los contactos están todos en verde. Si hay uno en rojo, se lo ajusta. La mujer se concentra y la silla rueda hacia adelante. “La primera vez no lo podía creer, uno graba un patrón de pensamiento y después se va a reproducir en el movimiento, el casco lo que hace es grabar ese pensamiento y después lo reproduce cada vez que necesite desplazarse. Requiere de concentración porque hay que entrar y salir de ese pensamiento. Para girar a la izquierda o a la derecha el casco tiene un giroscopio y la actividad la dará el paciente en cada caso. Si es girando la cabeza o guiñando un ojo o levantando la cejas”, destaca.
Fuente: El ciudadano

1 comentario:

  1. Que bueno que esten siempre inventando mejores sillas, hay una empresa que tiene muy buenas
    http://givas.es/

    ResponderEliminar