jueves, 15 de agosto de 2013

Ana Laura Cali, con Sindrome de Down, ya es TECNICA en GUIA de TURISMO



Trisomía del 21, un cromosoma extra que busca poner límites. Pero con estimulación temprana e integración social nada es imposible.

Comenzó en un jardín de infantes de Rió Colorado, una ciudad de alrededor de 18.000 habitantes ubicada en la Patagonia Argentina, más precisamente en la provincia de Río Negro. Luego escribió sus primeros renglones en la Escuela N° 18 Domingo Faustino Sarmiento, un establecimiento de educación formal. Finalizado el ciclo primario fue por más y se anotó en el Instituto Gustavo Martínez Zuviría, también de Río Colorado, con la intención de cursar el ciclo secundario. Egresó en 2008, luego de transitar cinco años con muy buenas calificaciones. Nunca se llevo a rendir ninguna materia, pero como algunos de sus compañeros tuvo que redoblar esfuerzos para aprobar matemáticas.

Fue la primera persona con Síndrome de Down que logró la escolaridad completa en la provincia de Río Negro.


Durante el acto de entrega del merecido título se acordó de todos. “Agradezco a todos los docentes que me abrieron las puertas y solicito que los otros chicos que nacieron con un cromosoma más, también tengan las mismasoportunidades que tuve yo”, dijo aquella vez al Diario Río Negro.


Dice el refrán que a veces no hay dos sin tres. Para Ana Laura mucho no importa si se tratan de cromosomas o desafíos. Así llegaron los repetidos viajes en colectivo hasta Viedma, capital de Río Negro, para asistir a clases. También los trabajos prácticos, monografías, visitas guiadas, exámenes parciales y finales durante un lapso de dos años. Hace unos días sumó un nuevo título oficial, esta vez del Instituto Lenguas Vivas. En el se puede leer que Ana Laura es Guía de turismo especializada en zona Atlántico Patagónica.


"El año que viene voy a empezar otra etapa, tampoco va a ser fácil. Debo conseguir un trabajo relacionado a mi carrera, que me agrade y pueda llevarlo a cabo", comentó al ser entrevistada nuevamente por el Diario Río Negro.

Mientras sueña con poder mostrarle al mundo algunos de los atractivos turísticos de la Patagonia argentina, Ana Laura no duerme. Perfecciona su inglés, se lleva bien con las computadoras e Internet, asiste a clases de danzas árabes y teatro. Como si fuera poco, además busca un profesor que le enseñe a tocar la guitarra. Muchas cosas, a pesar de su corta edad. Ana Laura siempre va, tiene sólo 21 y trisomía del par 21.


Por último, al ser consultada por su condición expresó: “Le agradezco a Dios haber nacido con este síndrome”.


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