jueves, 22 de mayo de 2014

Unas elecciones "de obstáculos" para millones de europeos con discapacidad

Viena, 21 may (EFE).- Mientras los partidos llaman a la participación en las elecciones europeas para evitar una elevada abstención, millones de ciudadanos comunitarios lo tendrán más difícil para votar debido a que sufren de alguna incapacidad, física o intelectual.
Viena, 21 may (EFE).- Mientras los partidos llaman a la participación en las elecciones europeas para evitar una elevada abstención, millones de ciudadanos comunitarios lo tendrán más difícil para votar debido a que sufren de alguna incapacidad, física o intelectual.
Las barreras son muchas y van desde el colegio electoral que no tiene rampa para sillas de ruedas, pasando por la papeleta de voto que no está en braille o por el anuncio electoral sin subtítulos, hasta las personas que han sido declaradas legalmente incapaces para acudir a las urnas debido a un problema mental o intelectual.
La Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE ha aprovechado la celebración de elecciones al Parlamento Europeo para realizar un informe, publicado hoy, en el que denuncia cómo estas situaciones incumplen la Convención de Derechos de personas con discapacidad, de las que en la UE hay 80 millones.
"Las elecciones al Parlamento Europeo es uno de los mayores procesos democráticos que tienen lugar en el mundo y millones de europeos con discapacidades no serán capaces de participar como cualquier otro ciudadano europeo. Ese es el mensaje clave", resume para Efe Martha Stickings, autora del informe.
El artículo 29 de la Convención no deja lugar a dudas cuando dice que los países firmantes han de garantizar "(...) el derecho y la oportunidad de las personas con discapacidad a votar y ser elegidas (...)".
Uno de los aspectos que se mencionan en el informe de la FRA es cómo en muchos países la incapacitación legal de, por ejemplo, personas con síndrome de Down o enfermedades mentales, conduce automáticamente a la privación del derecho a votar.
Esta situación se da en 15 países de la UE, lo que la Agencia denomina el "grupo de exclusión" y en los que se produce una discrepancia con lo que señala la Convención, explica Stickings.
Aunque en estos países hay procesos legales claramente establecidos para declarar a alguien incapaz legalmente y, por tanto, perder su derecho al voto, desde la FRA se destaca que la Convención defiende que el derecho a votar no debe vincularse a la capacidad legal.
El Comité internacional que vigila la aplicación de la Convención argumenta que "la capacidad de las personas para tomar decisiones no puede usarse para justificar ninguna exclusión de las personas con discapacidades de ejercer sus derechos políticos, incluido el derecho al voto (...)".
En otros seis países, entre ellos España, la pérdida del derecho a votar no es automática y puede darse el caso de que alguien a quien, por ejemplo, se le ha declarado incapaz para manejar sus finanzas, pueda acudir a las urnas.
Por último, siete Estados garantizan el derecho a votar incluso a las personas que han sido incapacitadas legalmente.
Respecto al resto de obstáculos, el informe de la FRA indica que, en los países donde hay datos, sólo entre el 2 y el 50 por ciento de los colegios electorales son accesibles para discapacitados, aunque en la mayoría de los casos eso hace referencia sólo a la existencia de rampas, y no a la atención a otro tipo de problemas.
Pero los obstáculos van más allá de las barreras arquitectónicas.
Papeletas de voto para ciegos, folletos fáciles de leer, anuncios electorales con subtítulos o lenguaje de signos, páginas web adaptadas a los discapacitados, o incluso formas de voto alternativas para pacientes ingresados faltan en los procesos electorales en muchos países.
Solucionar algunos de esos fallos no es, según Stickings, "ni caro, ni difícil, ni toma mucho tiempo".
Esta investigadora insiste en que independientemente de su origen o del responsable de esas barreras, "hay que superarlas para que la gente con discapacidad pueda disfrutar de su derecho al voto en igualdad de condiciones".
Los datos que maneja la FRA muestran que, pese a los impedimentos, los discapacitados está interesados en la política ya que, como opina Stickings, para ellos votar y defender sus intereses es más relevante que para los demás.
"Esa gente está interesada y quiere participar, si es que pueden participar", asegura.
En general, la FRA indica que sólo ochos países de la UE incluyen directamente la participación política dentro de sus estrategias de integración de discapacitados.
Entre esos Estados, la FRA destaca a España como el único país que dispone de un reglamento específico para la participación de discapacitados en los procesos políticos. Antonio Sánchez Solís

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