lunes, 12 de noviembre de 2018

Cuervo, el mago con discapacidad que derribó mitos


Alejandro tiene 25 años y síndrome de Down. Desde hace cuatro trabaja como mago en los escenarios de todo el país. Forma parte de un grupo inclusivo que busca darle una salida laboral a los jóvenes

El mago Alejandro Cuervo toma una servilleta blanca, la muestra al público y la mete en su boca. Simula masticarla y cuando abre los labios, en lugar de la servilleta saca una cinta larga de papeles de colores. Omar Sauchuk, el asistente, quiere imitarlo pero de su boca sólo salen restos de servilletas.
El truco es el preferido de Cuervo, el mago de 25 años que desde hace cuatro forma parte de la compañía Magia Inclusiva, junto con Omar Sauchuk y la directora Nina Ávila. Con ese acto abrirán el espectáculo que este sábado presentarán en el Teatro La Comedia, en el marco del Festival de Magia Rosario.

El gran truco

Cuervo empezó a hacer magia a los 22 años. Vive en Lanús, Buenos Aires, con sus padres y hermanos. En 2013, la compañía de arte integrada Las Ilusiones abrió una nueva sede en la localidad bonaerense. Cuervo se anotó  fue el único alumno durante los primeros meses. Su profesora, Nina Ávila, notó que era predispuesto, simpático y con gran presencia escénica. Pensó en presentarle a Omar, su compañero, que trabaja como mago desde hace 15 años y necesitaba un asistente.
El primer truco que aprendió Cuervo fue el de la servilleta. No tardó en hacerlo. Con el correr de los ensayos, Cuervo supo más y pasó a ocupar un lugar importante dentro del espectáculo.
“En los ensayos ya lo fuimos viendo. En la primera presentación compartimos los efectos. A partir de ahí, dimos vuelta los roles y yo pasé a ser su asistente”, contó Sauchuk a El Ciudadano. Además de mago es actor, clown y acompañante terapéutico.
Cuervo tomó protagonismo sobre el escenario. “Me gusta la magia desde los 22 años. Me siento contento cuando estoy en el escenario. Me gusta sorprender a todo el público. Me piden autógrafos y quieren sacarse fotos conmigo”, contó Cuervo.
El mago estudia actuación, se recibió de Educador Ambiental en la Universidad Austral y en la actualidad estudia formación laboral en la Universidad Católica Argentina (UCA).
Está de novio con una chica llamada Guadalupe y ahorra para viajar de vacaciones a México. “Mi sueño es recorrer el mundo con Magia Inclusiva y llevar todos los trucos”, agregó.

Derribar mitos

“Existe el mito que las personas con discapacidad no producen y son sujetos pasivos. En cambio, Alejandro se muestra con autonomía en escena y gran versatilidad. Damos un show profesional donde no mencionamos la discapacidad”, contó Sauchuk sobre el espectáculo que conjuga magia, con clown y humor.
Magia Inclusiva empezó como un proyecto pensado para instituciones y escuelas vinculadas a la discapacidad. El éxito los sorprendió y al tiempo sumaron actuaciones en cumpleaños y fiestas infantiles.
“Cuando nos llamaron a otros eventos donde no estaba la discapacidad de por medio, rompimos nuestros prejuicios. Sentimos que podíamos hacer otras cosas”, señaló Sauchuk.
El grupo actuó en teatros de Buenos Aires y de otras ciudades del país. También visitó otros países. Fueron a Chile y España invitados por la escuela de magia Tamariz, la Asociación Síndrome de Down de Valladolid, y la fundación Abracadbra. El espectáculo fue declarado de interés cultural de la Nación.
“La respuesta del público es sorprendente. Alejandro es un ejemplo para las familias integradas por una persona con Síndrome de Down. Los chicos no ven la discapacidad, a diferencia de los adultos que se sorprenden al ver las habilidades de Ale”, agregó Sauchuk.

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