miércoles, 7 de noviembre de 2018

Presentaron en la Expocytar una bici adaptada para niños con discapacidad


El Club de Ciencias del colegio Juan Humberto Morán, de Eduardo Castex, presentó en la Expocytar una bici adaptada para niños con discapacidad motriz, una idea que se ampara en el derecho a jugar.
Al primer golpe de vista ya se lleva la atención. Una paleta de colores más llamativa que un arco iris obliga a volver la cabeza o a fijar la mirada. Se trata solo de un asiento y está en una especie de bicicleta-triciclo. No hay forma de que no invite a curiosear: a los niños se les iluminan los ojos y a los más grandes les redescubre esa niñez que siempre está latente pese a tantos esfuerzos por ocultarla.
“Pensamos en un proyecto que combine las ciencias naturales con las sociales, tratamos de ver qué pasa en la sociedad y cuál es el aporte que podemos hacer nosotros desde el Club de Ciencias que tiene el colegio. Y se nos ocurrió una bicicleta adaptada para niños y niñas con problemas de movilidad en sus miembros inferiores”, contó Mailén Sueldo Pazos, de 16 años.
Junto a Celeste Fuchs (17) y Damián Orellano (18) llegaron el pasado fin de semana a Santa Rosa para presentar “Fortaleciendo la vida saludable IV”, el proyecto del club ‘Tejiendo Ciencias’ del colegio Juan Humberto Morán de Eduardo Castex que se presentó en la sexta edición de la Expocytar, un evento que tuvo récords de participantes y reunió a delegaciones pampeanas, de otras 12 provincias argentinas, de Sudamérica y de Turquía.
“La bici se maneja con los brazos y tiene una base para apoyar los pies. También un cinturón para que queden atados. Vimos que la problemática existente es que no hay bicis adaptadas para los más chiquitos, sí hay para mayores pero no para los más chicos, entonces no se respeta un derecho tan básico como es el de jugar, andar en bici como lo hace la gran mayoría de los niños”, explicó Celeste.
“Además vimos el costado de ayuda al medioambiente porque las bicis que se usan cuando sos chica quedan ahí, inutilizadas y abandonadas, así que salimos a recolectar bicicletas viejas y de varias hicimos una. De esa forma también ayudamos a reciclar y hacemos una colaboración con la cuestión ambiental”, añadieron las chicas junto a Marina Baigorria, socióloga y asesora del colegio que viajó junto al grupo de ‘Tejiendo Ciencias’.
La idea del grupo que trabajó en el proyecto es terminar de desarrollarlo y, una vez bien aceitado y en funcionamiento, donarlo a algún chico o chica que lo necesite. “La intención es que los trabajos cumplan premisas básicas como originalidad y que sirvan para la sociedad. El proyecto puede ser muy bueno pero si queda solo ahí no sirve de nada, tiene que tener una salida hacia afuera y que le sirva a una persona, a varias o a toda una comunidad”, resaltó Mailén.
¿Y cómo es la experiencia de estar en Expocytar?
“Está genial porque vos presentás tus ideas e intercambias con las de otros. Te hacés recomendaciones o cosas así para poder mejorar el proyecto. Y establecés relaciones con chicos y chicas de otras provincias y otros países. Además todos estamos interesados más o menos en lo mismo, que son los clubes de ciencia, así que la convivencia es muy buena”, dijo Celeste.
“También está bueno el hecho de intentar sacar la idea hacia otros países. En una edición pasada el Club de Ciencias fue acreditado para ir a Colombia así que esas son cosas que estimulan y te dan muchas ganas de seguir adelante con lo que hacemos”, completó Mailén.
La bici adaptada sale fuera del SUM Andrea López, el lugar del barrio Plan 5000 donde se montó la Expocytar, y Cristiano se presta para subirse y probar el prototipo. No tiene problemas en posar para las fotos y avanzar cuando le avisan que puede pedalear con sus manos.
“Hoy los jóvenes tienen más herramientas y curiosidades que les llaman la atención, y gracias a eso descubren vocaciones y usos de la ciencia y la tecnología para incrementar el bienestar de la sociedad”, destacó la Ministra de Educación de la provincia, María Cristina Garello, quien estuvo el jueves en el acto de apertura mientras que el viernes por la mañana se acercó a recorrer los stands y escuchar las propuestas de los distintos clubes.
¿Qué visión tienen respecto a la adolescencia y la ciencia, hay interés por acercarse a los clubes?
“Hoy la tecnología vive todo el tiempo con nosotros, la tenemos incorporada y solo hay que ver qué uso le damos. Yo creo que hay muchos chicos y chicas que se van interesando por crear y pensar cosas. Por supuesto que a muchos no les interesa, pero está bueno fortalecer a los clubes de ciencia porque siempre va a salir algo que sirve para la sociedad”, opinó Mailén.
Durante los tres días de la muestra hubo una exposición de los trabajos de investigación científica e innovación tecnológica, otras actividades simultáneas recreativas además de talleres y también una noche cultural. Los organizadores Ruth Domínguez y Ricardo Caso, del Club de Ciencias santarroseño “Amun Kamapu”, detallaron que “los chicos no solo construyen el conocimiento juntos sino que hacen un intercambio intercultural”.
Para Celeste y Mailén el objetivo se cumple con creces. Muestran su idea, conviven con otras, y buscan ayudar. “La misión siempre es esa, y si le sirve a alguien nosotras estamos más que satisfechas. El resto es todo aprendizaje”.

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