domingo, 25 de febrero de 2018

Se abre el debate: ¿afectan los pesticidas el embarazo?


Un estudio reciente publicado en la revista JAMA encendió las alarmas para muchas mujeres en tratamientos de fertilidad y nutricionistas. El estudio fue realizado por Jorge Chavarro, experto en medicina reproductiva de la Escuela de Salud Pública de Harvard, y sugiere que un mayor consumo de alimentos con alto contenido de pesticidas se asocia con menores probabilidades de embarazo y niños nacidos con vida después de tratamientos de infertilidad con tecnologías de reproducción asistida (ART).

El estudio en cuestión observó a varios cientos de mujeres que estaban siendo tratadas en un centro de fertilidad en Boston. Las pacientes completaron un cuestionario sobre sus hábitos dietéticos antes de buscar tratamiento, así que los investigadores analizaron estos cuestionarios para ver qué tipo de frutas y verduras estaban comiendo y en qué cantidad.
El equipo quería comprobar si existía o no un vínculo entre la exposición estimada a pesticidas y la fertilidad, y encontraron que las mujeres con mayor exposición a frutas y verduras infectadas con pesticidas tenían menos probabilidades de quedar embarazadas que aquellas con una menor exposición.
Al respecto, la nutricionista Monica Reinagel publicó un artículo en Scientific American donde nos comparte sus impresiones acerca de esta investigación y su grado de asertividad, tomando en cuenta la muestra empleada. A continuación, compartimos con ustedes un fragmento del texto:
“Y no es demasiado difícil imaginar por qué (se obtuvieron estos resultados). Muchos (pero no todos) los pesticidas son lo que llamamos disruptores endocrinos; interfieren con las hormonas reproductivas. Esto ha sido ampliamente observado en peces, ranas y otros animales salvajes, y confirmado por estudios de laboratorio. Este nuevo estudio, aunque no puede demostrar una relación causal, sin duda da la alarma de que podemos haber subestimado el daño potencial de la exposición típica a plaguicidas en ciertas poblaciones vulnerables, como las mujeres que intentan concebir, las mujeres embarazadas y los bebés por nacer”.
En cuanto a la posible exactitud de los resultados, Reinagel enfatiza:
“Primero, tenga en cuenta que todas las mujeres en este estudio buscaban tratamientos avanzados de fertilidad. Estas fueron mujeres que estaban teniendo dificultades para quedar embarazadas por razones distintas a sus hábitos dietéticos. Es probable que ya haya algunos problemas endocrinos y quizás esto las haga más sensibles a los niveles de exposición que no afectarían a la población en general.
En segundo lugar, la exposición al pesticida se infirió indirectamente. No analizaron la orina o la sangre de las mujeres para buscar rastros de estos compuestos. Estaban basando su análisis en las propias estimaciones de las mujeres sobre la frecuencia con que comían varios alimentos en el pasado y los datos del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) sobre el suministro general de alimentos. Como el Dr. Winter (toxicólogo de alimentos en la Universidad de California, Davis) me señaló en un correo electrónico, estos datos particulares no especifican qué pesticidas probablemente estén presentes o en qué cantidades. Y aún no hemos estudiado si aconsejar a las mujeres a cambiar sus patrones dietéticos mejorará las tasas de fertilidad.
No queremos que esta investigación asuste a las mujeres para que no coman frutas y verduras, o que les preocupe comer demasiadas manzanas o fresas. Como señala el Dr. Chavarro en su dieta de fertilidad, una dieta rica en frutas y verduras es favorable para la salud general y la fertilidad”. 

Si te preocupan los pesticidas, esto es lo que puedes hacer

Reinagel aconseja a las mujeres a las que les preocupa especialmente el posible consumo de pesticidas que tomen algunas medidas para reducir la exposición, entre ellas:
  1. Optar por alimentos de origen orgánico, si están dentro de su presupuesto.
  2. Investigue aquellos alimentos con una mayor exposición a pesticidas (como manzanas, uvas, pimientos, espinacas, fresas y otras frutas y verduras que probablemente tengan mayores residuos de plaguicidas) y limite su consumo a una porción diaria.
  3. Lave bien las frutas y verduras para eliminar los residuos de la superficie. Puede rociarlos con vinagre blanco, frotarlos vigorosamente y enjuagar con abundante agua limpia.
  4. Limite el uso de pesticidas dentro y alrededor de su hogar y jardín.

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