domingo, 8 de diciembre de 2019

TIENE SÍNDROME DE DOWN Y TERMINÓ LA ESCUELA PRIMARIA COMO ESCOLTA


Guillermina
Guillermina Leyba se graduó ayer en la escuela Almafuerte. Además es modelo, toca la guitarra, el bajo, el órgano y cruzó el río a nado.

Guillermina Leyba tiene 15 años y ayer terminó la primaria en el cuadro de honor. Tiene síndrome de Down y es la segunda escolta de la bandera argentina de la escuela Almafuerte, donde cursó desde primer grado.
Además de asistir a la escuela, como cualquiera de sus compañeros, también va a música, donde aprendió a tocar tres instrumentos: órgano, guitarra y el bajo. También asiste a clases de natación y hasta la seleccionaron para cruzar el río.
Como si esto fuera poco, los sábados asiste a una escuela de modelaje y hace pocos días encabezó el desfile de fin de año de la escuela de Roberto Piazza.
Su materia preferida es matemáticas. Confiesa que le gusta mucho dormir y está entusiasmada con empezar la secundaria el año que viene, en el colegio Lasalle.
Ayer Guillermina asistió a la escuela Almafuerte con el pelo bien lacio y su uniforme. Estaba feliz y sus padres más que orgullosos.
Cuando le pusieron la banda de la bandera se puso seria. Sabía que ocupaba un lugar de honor en el acto de cierre, donde pasó la banda celeste y blanca a una alumna más chica.
"El año pasado Guillermina fue la abanderada, estuvo todo el año en el cuadro de honor y hoy termina como segunda escolta", explicó la directora de la escuela, Paulina Porri, que la conoce bien porque fue su maestra durante dos años.
"Los compañeros y las docentes eligen a quienes llevan la bandera y tiene que ver con el desempeño académico y con valores como la responsabilidad, el respeto y la solidaridad", manifestó la docente, también orgullosa de Guillermina.
Padres experimentados
Guillermina tiene un hermano 10 años más grande con Trastorno del Espectro Autista (TGD), eso hizo que Sandra Vigetti y Jorge Leyva, sus papás, tuvieran bastante experiencia en el tratamiento de la discapacidad.
"Cuando ella nació fue difícil, pero dijimos: aquí estamos. Y la verdad es que ya teníamos el libreto, porque habíamos pasado muchas cosas con mi hijo mayor", contó Sandra.
Su marido dijo ayer unas emotivas palabras en el acto para agradecer a la escuela.
"Cuando mi hija entró en primer grado, se escondía abajo de los escritorios, y gracias a todo el trabajo de los docentes hoy termina la primaria llevando la bandera", expresó emocionado.
"Quiero destacar el papel de sus compañeros, de quienes siempre tuvo un gran apoyo. Mi hija todos los días salió de la escuela con una sonrisa", aseguró Jorge.
"Los papás de Guillermina colaboran mucho con la escuela e hicimos un trabajo en equipo. Además, Jorge es el presidente de la cooperadora. Son personas increíbles", destacó la directora y señaló que gran parte de los logros de esta alumna se deben al trabajo incansable de sus padres.

Proyectos personalizados
El colegio Almafuerte trabaja conjuntamente con una docente de la escuela especial N° 2,010, que es la que acompaña a las maestras en cada curso donde hay chicos con discapacidad.
En el curso de Guillermina hay 15 alumnos y cinco de ellos tienen alguna discapacidad.
"En la escuela se arma un proyecto especial para cada alumno, y no se compara con los resultados de los demás. En el caso de Guillermina, ella llegó a las máximas notas dentro de su trayectoria", destacó la docente.
"Tenemos un grave problema y es que muchos padres vienen desesperados a buscar un lugar, pero no podemos recibir a todos porque no somos una escuela especial", subrayó la directora, quien es la que se ve en la obligación de tener que decir a los padres que ya no hay más cupo para sus hijos en esa escuela.
Ayer, una vez más, cerraron el año con la alegría de tener una alumna como Guillermina en el cuadro de honor.
Fuente:La capital

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