Siguiendo con el tema de las
etiquetas y la discapacidad y el certificado ,
como todos sabemos del prefijo “
DIS” significa negación o contrariedad , por lo que si lo usamos previo a la
palabra capacidad léase DISCAPACIDAD , le estamos dando a las personas
portadoras de tal certificado una connotación totalmente negativa
En vez de incluirlas
socialmente las excluimos sin ponernos colorados
“Yendo entonces un paso más de
la lógica inicial de exclusión, abordar la institución de la Discapacidad
requeriría de un análisis que posibilite una modificación discursiva que
transforme a su vez las decisiones regulatorias para brindar las prestaciones
pertinentes que cada persona necesite.
En el transcurso de dicho
proceso los padres comienzan un proceso de des-subjetivación de la identidad de
Santi que al ser nombrado discapacitado y autista comienza a ser mirado
únicamente a partir de un déficit que invisibiliza sus potencias y
singularidades. Santi comienza a ser despojado de su nombre propio, así como
del lugar de niño. En todo caso, ahora tendrá el lugar de niño discapacitado
que este sistema considera que merece.” Como dice
Lamentablemente sin el
Certificado de discapacidad no se puede acceder a la prestaciones en forma
integral, y hay que aceptar estas reglas del sistema para poder acceder a una medicación, una
terapia o una prestación de apoyo y en vez de fomentar la autonomía e inclusión
fomentamos los estereotipos
Como propone la Lic Bárbara
Briguez “diferentes tipos de prácticas y subjetividades, modificar la palabra
CERTIFICADO ÚNICO DE DISCAPACIDAD por CERTIFICADO UNIVERSAL DE PRESTACIONES, implicaría considerar a la salud como un derecho
universal que no requiere de etiqueta para poder tener acceso”
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