martes, 19 de julio de 2022

PROBLEMAS DE APRENDIZAJE: PAUTAS PARA SU DETECCIÓN



Entre el 5 y el 20% de la población en edad escolar, según diversos estudios, se halla afectada por alguno de los múltiples síntomas que conforman el amplio cuadro de lo que se denomina Problemas de Aprendizaje. Se trata de una condición que dura toda la vida del sujeto, afectando no solamente sus posibilidades académicas sino también su vida de relación, su futuro laboral, incidiendo, incluso, en la confianza en sí mismo. Sin embargo, es posible mejorar notablemente la vida de estas personas. Cuanto más temprano se intervenga, mejores serán los resultados.

¿Qué son los problemas de aprendizaje?
Hacia 1896 se produce lo que podría llamarse la primera descripción de los Problemas de Aprendizaje (PA), cuando un médico inglés publica una nota en el British Medical Journal en la cual da cuenta del caso de un muchacho de 14 años, quien, pese a ser una persona con una inteligencia brillante, sin embargo, tenía serias dificultades para leer (de hecho, apenas podía hacerlo). El Dr. Pringle-Morgan definió el caso bajo el nombre de “Ceguera congénita para las palabras”, término acuñado previamente por el médico alemán Adolph Kussmaul en 1871.
No fue hasta 1962 que el psicólogo y educador norteamericano Samuel Alexander Kirk, reconocido también en su país como padre de la Educación Especial, propone problemas de aprendizaje para referirse a un grupo heterogéneo de dificultades que crean una notable disparidad entre las potencialidades de un sujeto y su rendimiento escolar, lo que, además, repercute en diversas áreas, tales como su autoestima, sus relaciones interpersonales, sus posibilidades laborales, su progreso académico, entre otras.
Típicamente, las dificultades que se les presentan a los sujetos están relacionadas con lo atinente a la lectura, la escritura, la atención, el razonamiento y/o las habilidades matemáticas.
Su detección no resulta sencilla, menos aun en los primeros años de edad, aunque existen signos que permiten sospechar su existencia, como se verá más adelante. Como muy temprano, suele detectarse alrededor de los 5 años la presencia de la problemática, aunque más frecuentemente se patentiza con el ingreso a la etapa escolar, siendo la edad más frecuente de establecimiento del diagnóstico alrededor de los 8 años. También se reporta que, sobre todo en el caso de los niños con mayor potencialidad intelectual, es posible que la evidencia se perciba más adelante, junto con la complejización de la enseñanza, cuando esa circunstancia le requiere al individuo un esfuerzo mayor. Ello se debe a que algunas personas son capaces de elaborar estrategias que enmascaran los déficits, con lo cual logran un rendimiento aceptable, armado que se desmorona con las mayores exigencias, dejando al descubierto la realidad.
Respecto de su incidencia, no hay acuerdo. Distintas fuentes afirman porcentajes muy diversos de afectación, los que se mueven en un rango que va desde el 5% de la población en edad escolar, hasta el 20%. Aunque la cifra menor fuera la correcta, ello implica, de todas maneras, que se trata de una problemática muy importante, al extremo que se la reputa como la más importante causa del fracaso escolar.
La disparidad en cuanto a los porcentajes tiene que ver con que la heterogeneidad de lo que se conoce como PA conspira contra una definición que abarque la totalidad de la problemática y deje conformes a todos los que se ocupan de ella.
Un ejemplo de ello es el debate sobre si los problemas sensoriales (sobre todo los referidos a visión y audición) forman parte o no de estos Problemas.
Un grupo de estudios los incluyen, mientras que otros afirman que aquellos inconvenientes provenientes de la percepción no entrarían de ninguna manera en su consideración. Por fin, una tercera posición explica que debieran incluirse, siempre y cuando el déficit observado no pudiera explicarse sola o principalmente por la dificultad sensorial que porte el sujeto.
En lo que parece haber un acuerdo bastante generalizado es en que debe excluirse de su clasificación a aquellas personas que experimenten dificultades relacionadas con el aprendizaje que se deban a problemas mentales o a desventajas socio-culturales predominantemente. Tampoco se consideran parte aquellas otras producidas por enfermedades neurológicas o trastornos emocionales, ni las debidas a Autismo o a Déficit Atencional con o sin Hiperactividad u otras condiciones.
Respecto de los problemas más frecuentes, distintos estudios remarcan que la dificultad más recurrente es la referida a la lectura (aproximadamente el 80% de los casos), a la que le siguen la dislexia (3 a 10%, según diversos investigadores) y la discalculia (3 a 6%).
Aunque no se conoce con exactitud por qué se producen los PA tienen cierta correlación con distintos factores que favorecen su aparición, tales como el nacimiento pretérmino, el bajo peso al nacer, la incompatibilidad sanguínea entre madre y bebé, la anoxia perinatal, entre las causas relacionadas con la natalidad.
También la genética parece tener cierta incidencia, ya que, así como se heredan ciertos talentos, hay una mayor predisposición de que ocurra lo propio con los Problemas de Aprendizaje.
Por último, otro factor que también tiene incidencia es el ambiente, ya que diversas cuestiones, como, por ejemplo, la mala alimentación y desarrollarse en un medio familiar y/o social poco estimulante implican un riesgo mayor.

Pautas de detección según la edad
Es notable constatar que, según algunos autores, existen numerosos casos que pasan desapercibidos y nunca logran un diagnóstico, atribuyendo las deficiencias a falta de voluntad, desidia, deficiencia intelectual y otras causas que no son tales.
En la primera etapa, esto es, la comprendida entre los 0 y los 6 años, si bien, como ya expresáramos, es más dificultoso apreciar la problemática, existen algunos signos que pueden significar la presencia de PA, entre otros:
– Problemas de pronunciación, habla que no termina de entenderse.
– Dificultad para seguir órdenes sencillas.
– Problemas para comprender preguntas simples.
– Retraso en la adquisición de palabras y/o frases, según pautas de evolución normales.
– Inconvenientes para expresar deseos o necesidades oralmente.
– Falta de interés en la narración de cuentos o historias.
– Torpeza en motricidad fina y gruesa.
– Equilibrio pobre.
– Elusión de actividades tales como dibujar, realizar trazos, escribir, etc.
– Inconvenientes para memorizar listas simples (colores, días de la semana, etc.).
– Falta de memoria para realizar tareas habituales.
– Problemas con la noción de causa-efecto, en la secuenciación y para contar.
– Dificultad para la adquisición de conceptos básicos (formas, tamaños, etc.).
– Tendencia al juego solitario.
– Fácil distractibilidad.
– Cambios de humor bruscos.
– Rabietas y frustración fáciles.
– Repeticiones de ideas, dificultad para cambiar de tareas.
En esta etapa, sobre todo en los comienzos, también es necesario observar el desarrollo motor, el que puede presentar alteraciones por disminución (hablar mucho y moverse poco, por ejemplo) o por exceso (moverse constantemente sin demasiado sentido), porque son indicios de PA o de algún otro tipo de problemática.
En la etapa siguiente, la de la escolaridad primaria (6 a 12 años), que es cuando suelen detectarse más frecuentemente esta clase de problemas, se observan:
– Dificultades para establecer la correspondencia entre sonido y letra.
– Frecuentes errores de lectura.
– Problemas de cantidad y calidad de vocabulario.
– Dificultad para narrar la secuencia de una historia.
– Inconvenientes para aprender la hora y/o contar dinero.
– Confusión con los signos matemáticos.
– Trasposición de números en la escritura de cifras.
– Problema para seguir los pasos necesarios en las operaciones matemáticas.
– No se terminan de aprender los conceptos matemáticos básicos.
– Continúan las dificultades motoras.
– Problemas para copiar del pizarrón.
– Mala alineación de las cifras en las operaciones matemáticas.
– Escritura despareja y hasta difícilmente legible.
– Problemas de concentración en una tarea.
– Inconvenientes para administrar el tiempo de trabajo.
– Inhabilidad para seguir instrucciones complejas.
– Rechazo ante el cambio de rutina y pobre aceptación de conceptos nuevos.
Por su parte, los problemas más comunes que se presentan en la etapa de la escolaridad secundaria (13 años en adelante) son:
– Se intenta evitar la lectura y la escritura.
– No se comprende la mayor parte de la información al leer un texto, comprensión lectora pobre.
– Dificultad para repetir lo que se ha leído.
– Pobreza en las redacciones, tanto orales como escritas.
– Dificultades serias para estudiar idiomas extranjeros.
– Pobre comprensión de conceptos abstractos.
– Poca habilidad para aplicar destrezas matemáticas.
– Dificultades para organizarse.
– Lentitud para realizar los trabajos y los exámenes.
– Pobreza en la toma de notas.
– Dificultades para efectuar autocorrección.
– No suelen aceptarse las críticas.
– Inconvenientes para entender las posiciones y los puntos de vista de otras personas.
Todos estos y otros muchos más signos no necesariamente deben estar presentes al mismo tiempo, sino que algunos predominarán sobre otros e incluso los habrá que no se encuentren presentes. De todas maneras, los grupos sintomáticos que se observen son un indicador de que hay algún problema que deberá ser comunicado en primera instancia al pediatra, quien evaluará la situación y remitirá al paciente al especialista que evalúe la condición, para luego iniciar el tratamiento correspondiente a cada individuo, el que es probable que necesite de profesionales de varias disciplinas, tales como psicopedagogos, terapeutas del lenguaje, especialistas en neurodesarrollo y psicólogos, además del médico, entre otros.
También existen en la web varios tests (como el que se presenta) que pueden ayudar a fortalecer o descartar la sospecha de que un niño/a o adolescente posiblemente sea un portador de algún Problema de Aprendizaje. Todos ellos advierten que no se trata de una herramienta diagnóstica en sí misma, sino un indicador y que de ninguna manera ellos pueden sustituir a los profesionales en la determinación de la existencia de PA o algún otro cuadro, por lo que deben ser tomados como una simple orientación.
Otro aspecto a considerar es que los síntomas detectados deben tener cierta persistencia en el tiempo, mientras es necesario descartar causas que puedan incidir temporariamente en su producción, así como también aquellos que sean consecuencia de dolencias o lesiones. Por otro lado, pequeños retrasos en la adquisición de las habilidades propias de la edad son normales, ya que las que se señalan son promedios y usualmente los niños presentan leves adelantos o demoras en las etapas madurativas.

Epílogo
Los Problemas de Aprendizaje persisten durante toda la vida de la persona. Con la ayuda profesional adecuada y el respaldo del medio familiar logra reducirse notablemente su impacto sobre la calidad de la existencia de los individuos.
Como ya se expresara, la inteligencia se encuentra preservada. Por ello, quien porte una dispraxia, una dislexia, una disgrafía, discalculia o alguna (o algunas) otra de las formas conocidas de PA tiene buenas probabilidades de transitar de mejor manera su vida académica, lo que le abre, a su vez, mejores perspectivas de desarrollo laboral y se logra evitar, así, la desmotivación, la baja autoestima y los problemas relacionales que suelen concurrir con estos Problemas.
A su vez, es imperativo estar atentos a los primeros signos, ya que la detección más temprana augura mayor efectividad del tratamiento que se emprenda.

Fuentes de consulta:
– https://www.nichd.nih.gov/health/topics/learning/conditioninfo/signs
– https://www.nichd.nih.gov/health/topics/learning/conditioninfo/diagnosed
– https://johncardinaloconnorschool.org/why-is-early-detection-of-a-learning-disability-important
– http://www.ldonline.org/indep th/early
– https://www.lexercise.com/tests/learning-disability-test
– https://ldaamerica.org/types-of-learning-disabilities/
– https://www.webmd.com/children/guide/detecting-learning-disabilities#1
– https://www.psicoactiva.com/blog/como-detectar-problemas-de-aprendizaje/
– https://pediatriayfamilia.com/ninos/8-senales-para-detectar-problemas-de-aprendizaje-en-los-ninos/
– https://www.apequeniapsicopedagoga.blogspot.com/2010/01/como-detectar-problemas-de-aprendizaje.html

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