martes, 11 de octubre de 2022

CANNABIS CONICET: EL GOBIERNO CREÓ UNA EMPRESA PÚBLICA QUE VENDERÁ SEMILLAS PARA LA INDUSTRIA MEDICINAL






El ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, presentó la empresa nacional de Base Tecnológica. Además de vender semillas ofrecerán capacitaciones, control de calidad y otros servicios


El universo del cannabis legal se expande a gran velocidad. El Estado argentino presentó este martes “Cannabis Conicet”, una empresa nacional de Base Tecnológica dedicada a la industria de la planta de marihuana, conformada y dirigida por científicos del organismo, con la idea de “permitir la democratización de la producción, distribución y acceso al cannabis y la industria del cáñamo”, tal como adelantó el propio ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, durante la jornada de estreno.

Tal como anticipó la semana pasada la newsletter Señales de Humo,  y a pesar de que todavía no está reglamentada la ley que habilita la producción a escala industrial de cannabis (hay tiempo hasta el 5 de noviembre, si no se cae la legislación), Cannabis Conicet fue presentada en sociedad este martes en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en Florencio Varela.

La empresa pública estará conformada por profesionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y el Hospital El Cruce Dr. Néstor Kirchner pero sus autoridades proyectan que sea un trabajo colectivo y federal.

“En esta oportunidad presentamos una empresa de base tecnológica que va permitir asegurar la calidad, el uso seguro del cannabis medicinal, su acceso, fortalecer la cadena productiva, y algo más allá de esto y muy satisfactorio, es poder contar con las semillas propias, es un tema de soberanía científica”, comentó Ana Franchi, presidenta del Conicet.

La empresa se conforma para unir varios servicios que ya eran ofrecidos por la Red Argentina de Cannabis Medicinal del Conicet (Racme): servicio de control de calidad de productos que tengan cannabis y derivados (como cromatografías); capacitación para la comunidad y profesionales de la salud (ya existe la Diplomatura en Cannabis Medicinal en la Universidad Jauretche, que va por su segunda cohorte) y se le piensa agregar soporte y asesoramiento para hacer ensayos clínicos y observacionales, además de la venta de semillas de genética propia, con un banco de semillas y un cultivar en Puerto Madryn.

Sobre este punto, quizás el más novedoso, Cannabis Conicet inició los trámites ante organismos oficiales para que el Instituto Nacional de Semillas (Inase) otorgue la habilitación de seis variedades. Según adelantaron fuentes de ese organismo a este medio, una de estas genéticas podría ser aprobada el mes próximo.

“Sobre las otras faltan hacer muchos análisis”, aclararon ante la consulta. Este servicio se da en el contexto de una resolución del ex Ministerio de Agricultura y Ganadería -actualmente Secretaría- que permitirá la venta de semillas de cannabis para uso medicinal en viveros y grow shops.

“Es un trabajo colectivo. Esto se vino cocinando sin prisa y sin pausa entre muchos y dijimos que había que darle institucionalidad a todo lo que hacíamos a pulmón desde la Racme. Decidimos construir esta empresa de base tecnológica. Estamos en condiciones de dar servicios: por ejemplo semillas, trazabilidad. También, soportes para ensayos clínicos en diferentes patologías. Controles de calidad en todo el país. Y capacitar a la comunidad y también a profesionales”, explicó Silvia Kochen, una de las tres directoras científicas de la flamante empresa, junto a los investigadores Gregorio Bigatti y Esteban Colman Lerner.

“Hay una necesidad para acceder democráticamente a la salud. No es el mercado, es la presencia del Estado, a través del ministerio, de la universidad, del hospital, del Conicet, que permiten que se desarrollen estas iniciativas, que tiene que ver con la lucha de la sociedad civil. No hay posibilidad de desarrollo y crecimiento sin soberanía. Y hoy la soberanía se construye con el desarrollo científico y tecnológico”, consideró Daniel Filmus.

La misión de Cannabis Conicet es fortalecer e impulsar la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en la región, “generando estándares de calidad e innovación en todas las etapas, desde el cultivo, la producción y el uso clínico e industrial, fortaleciendo tanto la capacitación y formación de recursos humanos, el valor económico y el valor social de la industria a través de su articulación con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología”, explicaron desde el Conicet.

Entre otro servicios, Cannabis Conicet promete el “mejoramiento de cultivares de cannabis adaptados a las distintas ecorregiones de Argentina, según requerimientos de la industria del cannabis medicinal y cáñamo” y “servicios de mejoramiento de cultivares para el registro de nuevas variedades por empresas privadas y organismos públicos”.

Actualmente ya son más de 50 países los que avanzaron en algún tipo de legislación regulatoria para el cannabis de uso industrial o medicinal. Israel, Canadá y Estados Unidos se posicionan como referentes globales. En la región, Uruguay y Colombia fueron los primeros países en avanzar con leyes que permiten la producción y exportación de productos.

Hace dos décadas, la producción global de cannabis medicinal era tan sólo de 1,4 toneladas, mientras que en el 2019 alcanzó las 468 toneladas. Las proyecciones para el 2024 indican que el valor de la producción global alcanzaría los USD 42.700 millones.

Fuente: Infobae

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