sábado, 15 de octubre de 2022

ESTAR DISPUESTA




Estar dispuesta ❤️💪
Estar dispuesta a comerte el mundo para impedir que se lo coman a él.
Estar dispuesta a aguantar que los demás te llamen superwoman, cuando lo que realmente piensan es “¡Qué suerte he tenido, de la que me he librado!”.
Estar dispuesta a soñar por las noches que tu hijo camina aunque sepas que al abrir los ojos por la mañana lo primero que harás será cogerlo en brazos para sentarlo en su silla de ruedas.
Estar dispuesta a derribar con lo que te pille a mano los límites y las barreras que levantan algunos dedicados a intentar empequeñecer tu vida.
Estar dispuesta a asimilar rápidamente que nunca vas a poder conseguir todo lo que quieres y quitarle inmediatamente toda importancia.
Estar dispuesta a confiar en los demás, lo que puedas; en ti, mucho; y en tu hijo, completamente.
Estar dispuesta a multiplicarte para desempeñar bien tus múltiples papeles (madre, compañera, profesional, mujer), a costa de sentir tu corazón permanentemente dividido.
Estar dispuesta a no perder tu esencia y a hacer valer tu presencia, aunque te llamen de todo menos bonita.
Estar dispuesta a moverte a un ritmo vertiginoso para que él pueda vivir su lenta vida lenta.
Estar dispuesta a mejorar el mundo, para mejorar su mundo.
Estar dispuesta a ir al médico por un motivo, aun sabiendo que saldrás de la consulta con dos o tres problemas más, y, seguramente, más urgentes y más graves.
Estar dispuesta a decir adiós a las malas compañías y agradecer una y mil veces las buenas (sean amigas, amigos, médicas, médicos, enfermeras, enfermeros, terapeutas, monitoras, monitores, profesoras, profesores, pedagogas, pedagogos,…). Serán pocos, pero lo darán todo.
Estar dispuesta a poner a tu hijo en el centro de tu vida, sin perder el norte.
Estar dispuesta a luchar para que la gente erradique de su vocabulario las palabras “discapacitado”, “minusválido”, “paralítico cerebral” y a acostumbrarlos pacientemente a decir “persona con discapacidad”.
Estar dispuesta a acostumbrarte a tapar muchos agujeros teniendo solo dos manos.
Estar dispuesta a hacer borrón y cuenta nueva cada día.
Estar dispuesta a inventarte una vida que puedas vivir.
Estar dispuesta a no dar nada por supuesto, pero tampoco dar nada por descartado.
Y de repente, entre tanto ajetreo, llega un día en que, de vivir tan pegados, ves el mundo a través de los ojos de tu hijo . Y sonríes. Hasta convertir en un placer lo que comenzó siendo un suplicio.
En resumen, ser madre de un niño con discapacidad te convierte en un ser dispuesto a todo sin renunciar a nada. Aunque parece que la vida ha decidido por ti, siempre tendrás la última palabra.
María Felso. Madre de un joven con tetraparesia espástica

No hay comentarios:

Publicar un comentario