martes, 1 de noviembre de 2022

EL COLEGIO DE PILAR QUE LE NEGÓ LA VACANTE A CHICOS CON DISCAPACIDAD ANUNCIÓ SU CIERRE DEFINITIVO





Es el Magno College, al que concurren 900 alumnos. Había quedado en el centro de la polémica hace un mes por negarle la vacante a ocho alumnos.

Los propietarios del Magno College de Pilar, que hace poco menos de un mes dejó sin vacantes a ocho alumnos con discapacidad, pidieron la baja de la matrícula del colegio ante el gobierno bonaerense para cierre definitivo del establecimiento educativo.

Casi 900 alumnos de jardín, primaria y secundaria quedaron sin pupitres en las aulas del colegio y, según pudo averiguar Clarín, ya comenzaron a buscar cupos en otros institutos de la región.

Los directivos del colegio presentaron una nota para dar de baja la habilitación a la Dirección General de Escuelas de la provincia. En el escrito argumentan que desde esa repartición intentaron interferir "con sus planes educativos".

Clarín consultó a la Dirección de Escuelas y la respuesta fue que estaban estudiando la situación: "Hay notas del colegio y las estamos analizando", se limitaron a afirmar.

Fuentes de la escuela dijeron a este diario que desde que se conoció el caso de la negativa a reinscribir a los alumnos con capacidades diferentes, "la dirección de Escuelas adoptó medidas que nos empujaron al cierre del colegio".

El comunicado que recibieron las familias de los alumnos que concurren al instituto anuncia "el cierre a partir de la finalización del Ciclo Lectivo 2022". Es decir, a fines de diciembre de este año.

"En el día de hoy presentamos a la Subsecretaría de Educación de la Dirección General de Cultura y Educación la notificación que les adjuntamos, en la cual solicitamos la baja de la matrícula del colegio y anunciamos el cierre del mismo a partir de la finalización del Ciclo Lectivo 2022", indicaron en el escrito.

El Magno College quedó en medio de una controversia cuando Clarín reflejó la denuncia de uno de los padres a quien le negaron la reinscripción para el ciclo 2023 porque el niño tenía una discapacidad. Había ocho chicos en la misma situación.

A los pocos días, la Dirección de Escuelas envió una inspección y ordenó al instituto que revise la decisión. Se fundamentó la determinación en los derechos del niño y en la ley de Educación.

Entonces, el director General de Escuelas, Alberto Sileoni, consideró como  “absolutamente discriminatoria y desafiante” la decisión del colegio. “La misma escuela que los recibió ahora tiene expresiones denigrantes para estos chicos”, sostuvo Sileoni, No obstante, el Magno College mantuvo su postura.

De acuerdo a lo planteado por las autoridades del colegio, "no tiene que ver con las numerosas dificultades que encontramos a lo largo del camino, sino con una nueva intervención de la Dirección General de Cultura y Educación, que desde hace un tiempo ha dado muestras de no acompañar nuestro plan".

"La decisión resulta muy dolorosa por las implicancias que tendrá en nuestra comunidad, tanto en los alumnos, que siempre fueron el centro de todas nuestras acciones, como sus padres, y especialmente los docentes y empleados, quienes en todo momento estuvieron dispuestos a perfeccionarse, aprender, enseñar y dar lo mejor de ellos mismos, superando cada vez nuestras expectativas", se indicó en el comunicado.

Ahora el gobierno deberá garantizar que esos casi 900 estudiantes encuentren un lugar donde aprender el año que viene. Además, deberá resolver la situación laboral de los maestros y profesores que se quedarán sin trabajo.

"Dado la animosidad creciente y el nivel de progresiva intromisión en nuestras decisiones, resulta más que claro que un Colegio como Magno College no es bienvenido en el sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires", denunciaron en la nota a familiares.

En ese instituto de Pilar evalúan como una "vulneración de la autonomía" las intervenciones oficiales. "Acá los padres firman un contrato todos los años y nosotros lo cumplimos. Ese aspecto no se tuvo en cuenta", explicaron en el establecimiento. 

Los directivos sostuvieron -hace más de 20 días- que no renovarían la matrícula de ocho alumnos con discapacidades porque "bajan la vara" del nivel de enseñanza de los cursos, según Sebastián Boix Mansilla, dueño del lugar.

Además de dejar sin lugar a esos ocho alumnos, ese colegio había desconocido las normativas sanitarias y educativas durante la pandemia de Covid porque habilitaron las aulas mientras regía la prohibición que impuso Axel Kicillof por casi dos años por la situación epidemiológica.

Las autoridades del colegio enumeraron al menos 10 puntos en los que se intentó dar una explicación por desoír la normativa durante el periodo de pandemia, y afirmaron que "había tres factores que ponían en riesgo la continuidad del proyecto educativo: matriculación, prohibición e inviabilidad".

"La razón determinante de la solicitud de baja de la matrícula fue la conclusión a la que arribamos sobre la inviabilidad de este proyecto, frente a la reiterada interferencia de las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación", añadieron.

Con respecto a la subsecretaría de Educación, indicaron que reconocen todas sus instrucciones dentro de las facultades otorgadas por la ley, pero rechazaron que "se nos impida hacer lo que la ley no prohíbe, ni se nos obligue a hacer lo que la ley no manda".

"Como intentamos trasladar a nuestra propuesta educativa esa firmeza en la defensa de todos los ámbitos de libertad, mal podríamos, nosotros mismos, dejar de ser consecuentes con esta convicción", aseguraron en el pedido.

El Magno College no recibe subvención del Estado. Forma parte de los pocos más de 1.200 centros de enseñanza de la Provincia que tienen "arancel libre", porque el valor del servicio no está regulado por el Estado.

Fuente Clarin

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