lunes, 16 de enero de 2023

LA INFLACIÓN GOLPEA AL SECTOR DE LA SALUD Y SE MULTIPLICAN LOS PEDIDOS PARA PASAR A PLANES MÁS BARATOS


La salud es uno de los rubros más sensibles al bolsillo de la población. Según los prestadores, la inflación tiene un efecto “desastroso” sobre la actividad de clínicas y sanatorios privados. Prepagas, empresas de diagnóstico médico y medicamentos están en el centro de la polémica por los precios.

Los gastos en salud que mide mensualmente el INDEC están vinculados con los costos de la medicina prepaga, de los medicamentos y de los equipos y artefactos utilizados en la actividad. Según los últimos datos oficiales, los precios de este rubro aumentaron 5,7% en diciembre último, seis décimas por encima del nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC), y en 2022 acumularon un alza de 90,4%.

El gasto en salud representa, en promedio, el 8% sobre la canasta de bienes y servicios que mide el INDEC para el IPC. El alza acumulada por el rubro quedó casi 5 puntos por debajo del IPC promedio, con locual “no sorprendería que se haga un ajuste en salud para ponerse en línea con el índice general”, evaluó Maximiliano Galli, analista de la consultora Economía y Regiones.

Galli señaló que las prepagas han tenido mayor suerte que los medicamentos, artefactos y equipos médicos, ya que pudieron ajustar sus precios por encima del nivel general de inflación en 2022.

Pero los que se llevan la peor parte, según ellos mismos dicen, son los prestadores: las clínicas y sanatorios privados y las empresas de diagnóstico médico. Así lo detalló el presidente de la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM) Marcelo Kaufman.

La inflación es desastrosa para el sector. Somos tan regulados como la energía eléctrica, el gas o el combustible, pero la regulación es en precios, no en costos. Con la pandemia nos comimos el capital de trabajo y en los últimos tres años, perdimos 35 puntos contra la inflación”, enfatizó el dirigente.

Prepagas: aumentos regulados y cambio de cobertura

Un reciente informe elaborado por la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco) arrojó que las cuotas de la medicina prepaga aumentaron 3544% entre 2012 y 2022, muy por encima de la inflación registrada en ese período, que fue del 2467%.

La población bajo cobertura de las prepagas es de unas 6,3 millones de personas, según cifras extraoficiales. La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) evaluó que en el último año no varió la cantidad de afiliados a pesar de la crisis económica, pero sí hubo una “migración interna” cambiando el tipo de plan para reducir el impacto en el bolsillo y mantener la cobertura dentro de una misma empresa.

Sobre este punto, y como informó , un relevamiento efectuado por el sitio especializado Elegí Mejor –que compara los planes de todos los prestadores privados del país- reveló que el año pasado terminó con un 60% más de contrataciones de coberturas de menor categoría, en comparación con el año anterior.

En 2020 las cuotas de las prepagas aumentaron solo 10%, pero luego empezaron un sendero de recomposición. Así, en los últimos tres años, el IPC creció un 411%, mientras que las cuotas de la medicina privada se ajustaron en un 327%. Pero entre diciembre de 2021 y el mismo mes de 2022, las coberturas subieron un 100,9%, por encima de la inflación acumulada en ese período, según ese portal.

El Gobierno estableció que las prepagas deberán ofrecer coberturas, como mínimo, un 25% más baratas que el plan más bajo sin copagos. En consecuencia, se incluirán pagos extras sobre las prestaciones de primer y segundo nivel. Esta cuestión es analizada por las empresas del sector enroladas en la Unión Argentina de la Salud (UAS), que aún no definió su posición.

¿Qué pasa con las empresas de diagnóstico médico?

El sector de diangóstico médico es muy amplio y abarca a laboratorios de análisis clínicos, diagnóstico por imágenes, radioterapia, consultorios médicos, oftalmología, odontología, kinesiología, diálisis y demás prácticas ambulatorias. El secretario de CADIME, José Laurensio, sostuvo que no solo la inflación los aqueja: también puso la lupa sobre el costo salarial y la falta de financiamiento.

Pero el punto central del reclamo de estos profesionales está dirigido a las prepagas, por la demora en pagar las prestaciones. Según el dirigente, los pagos suelen realizarse a entre 90 y 120 días, “un plazo que resulta inaceptable, porque la inflación termina perjudicándonos. Ellos no reconocen el impacto del proceso inflacionario”, aseguró Laurensio.

CADIME pretende que ese plazo se reduzca a 30 días. “En el Gobierno e incluso en las prepagas nos escuchan, pero hasta ahora no hemos logrado nada”, sostienen.

Kaufman, por su parte, también expresó su malestar por los atrasos en los pagos: en declaraciones , explicó que el sistema de salud “tiene un problema entre la práctica prestada y la práctica cobrada. Esto quiere decir que una clínica hace este mes una práctica, la factura a los prestadores y recién la cobra en abril”.

Así, dijo que en la medida en que la inflación se acelera, la pérdida financiera de las clínicas y sanatorios privados “es fenomenal”. Y también afirmó que otro problema que afecta a esa actividad es que “no somos formadores de precios, como sí lo son las obras sociales –a través de la oferta y demanda- y las prepagas –por regulación estatal-. Entonces, somos nosotros los que pagamos los platos rotos”.

Esa situación, admitió, provoca un acortamiento de las cartillas, falta de turnos y menos personal médico, entre otros inconvenientes que suelen sufrir los pacientes.

No obstante, Kaufam destacó que en 2022 la Superintendencia de Servicios de Salud estableció un índice automático de actualización de las cuotas a los prestadores: “fue una medida positiva, pero el desfinanciamiento sigue. Lo bueno es que ahora tenemos previsibilidad y en consecuencia, estamos más tranquilos, porque nos permite equilibrar cuentas frente al aceleramiento de la inflación”, resaltó.

Los costos de la atención médica

CEDIM y la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (ADECRA) elaboran trimestralmente el Índice de Costos para la Atención Médica. Ese indicador mide la variación de los precios de los principales insumos que las instituciones privadas de salud utilizan diariamente.

Según el último informe disponible - en el tercer trimestre de 2022 el incremento del Índice fue del 17,2% con respecto al período anterior. Dentro de la estructura de costos de los prestadores, los laborales representan el 74% y definen gran parte del comportamiento del indicador.

Para el tercer trimestre de 2022, los insumos médicos tuvieron un aumento promedio de 16%, un guarismo similar a la depreciación del tipo de cambio en el mismo período (17%). Dentro de este rubro, las imágenes tuvieron un ajuste de 25,1%, los reactivos de laboratorio 20,1% y los medicamentos y descartables, 14,1%. Por su parte, los insumos no médicos –como provisión de oxígeno, servicio de alimentación, lavandería y residuos patogénicos- tuvieron un incremento en promedio de 27,9%.

El precio de los medicamentos

El último informe del Observatorio de Costos de la UAS sobre los precios de medicamentos detectó incrementos de hasta el 50% durante el segundo cuatrimestre del año, por encima de la inflación de ese período, que fue del 24,8%.

La entidad indicó que en ese cuatrimestre se aceleraron los precios con relación al período anterior, y aquellos que son usados para internaciones tuvieron las mayores subas, de 32% en promedio.

Algunos productos mostraron picos: los sueros se encarecieron 50% y los productos de contraste un 45%, mientras otros, como los descartables, quedaron por debajo del promedio, con una suba del 27%, siempre en el período de análisis.

El relevamiento puntualizó además que en el cuatrimestre mayo-agosto –últimos datos disponibles- se registraron fuertes alzas (del 32% promedio) en los medicamentos denominados de alto costo, para tratamientos muy específicos, que pueden llegar a valer varios millones de pesos.

Fuente TN

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