martes, 31 de octubre de 2023

La importancia del tratamiento intensivo para niños pequeños con autismo




En pleno siglo XXI es fundamental garantizar que todos los niños, independientemente de sus diferencias, tengan igualdad de oportunidades para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial. En el caso de los niños pequeños con autismo, es crucial comprender la importancia de un tratamiento intensivo que se adapte a sus necesidades específicas desde el diagnóstico.

La realidad del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Varias investigaciones han demostrado que los primeros años de vida son muy importantes para el desarrollo y el aprendizaje de los niños. Por lo tanto, intervenir tempranamente para poder enseñar habilidades desde la primera infancia los llevará a alcanzar la mayor calidad de vida posible.
Un programa de jornada completa, que se asemeje a un kinder neurotípico, pero que esté diseñado específicamente para satisfacer las necesidades de los niños con autismo, es una forma efectiva de brindar la formación necesaria que se respalda en las últimas investigaciones, así como también en los programas que se desarrollan en países como Estados Unidos y Australia.

Beneficios del tratamiento intensivo
Un programa de tratamiento intensivo puede ofrecer numerosos beneficios a los niños pequeños con TEA. En primer lugar, proporciona un entorno estructurado y predecible. Los tratamientos se desenvuelven en un ambiente adaptado, motivante, sumado a la estimulación específica de la comunicación y el lenguaje, la enseñanza del control de esfínteres, abordaje de la selectividad alimenticia, desarrollo del juego, enseñanza las habilidades sociales y comportamientos adecuados, con los apoyos que el niño necesite.

Apoyo a las familias
Además de los beneficios para los niños, los programas de tratamiento intensivo también brindan un valioso apoyo a las familias. Los padres enfrentan desafíos únicos y pueden sentirse abrumados, necesitando guía y orientación específicos. Al tener acceso a un programa de jornada completa, las familias pueden recibir capacitación y apoyo emocional, lo que les permite afrontar los retos diarios con mayor confianza y resiliencia.

Necesidad de profesionales específicos
Para lograr un tratamiento intensivo efectivo es importante contar con profesionales capacitados en el abordaje del autismo que trabajen de manera unificada. Estos profesionales incluyen fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, psicopedagogos y psicólogos. Juegan un papel crucial tanto en el tratamiento y educación de los chicos como así también en la orientación y apoyo a las familias, educando sobre las mejores prácticas y estrategias para la crianza del niño en el día a día. Un equipo interdisciplinario de profesionales calificados y comprometidos, que trabajen en un mismo espacio coordinados, llevará a una atención integral y de alta calidad.

Diseño de espacios específicos adaptados
Además de contar con profesionales capacitados, el diseño de los espacios en los que se encuentran los niños es algo que merece tenerse en cuenta. Estos espacios pueden ser cuidadosamente adaptados para crear un entorno seguro, acogedor y estimulante. Por ejemplo, se pueden utilizar colores suaves y luces regulables para crear una atmósfera tranquila y evitar estímulos sensoriales abrumadores. También es importante contar con áreas de juego estructuradas y organizadas, donde los chicos puedan desarrollar habilidades sociales y lúdicas. Además, se pueden incorporar zonas de calma y relajación, equipadas con elementos sensoriales para ayudar la autorregulación. Las clases se desarrollan en grupos sean reducidos, a diferencia de los jardines comunes, donde hay aproximadamente entre 20 y 30 niños por clase, el programa especializado solo cuenta con un máximo de 10 niños a cargo de dos profesionales.
Los niños pequeños con autismo necesitan un tratamiento intensivo y especializado para aprovechar al máximo su desarrollo y aprendizaje en los primeros años de vida. Un programa específico de jornada completa que se asemeje al de sus pares neurotípicos, pero que se adapten a sus necesidades, es esencial para brindar el apoyo que necesitan para que emerjan habilidades y aprendizajes.
El reconocer la importancia de proporcionar un ambiente exclusivo y amable junto con profesionales coordinados, va a garantizar que los infantes con TEA tengan las mismas oportunidades de desarrollo y crecimiento que sus pares neurotípicos.
La primera infancia es una etapa muy importante y merece ser cuidada y respetada.
El cisne

Vanesa Hunter-Watts*

* Vanesa Hunter-Watts es Lic. en Psicología, Mg. en Intervención ABA en Trastornos del Desarrollo –
MBA Health Candidate Universidad de San Andrés. MN 59386

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