domingo, 20 de noviembre de 2016

Homeschooling: ¿una alternativa viable en discapacidad?

Es un hecho incontrastable el rol fundamental que compete a la familia respecto de la Educación. Desde antiguo, fue ella la principal (y a veces la única) fuente de conocimientos. Hacia la década de 1970 cobró nueva fuerza la educación en casa, sobre todo en los EE.UU., pero también en el resto del mundo, aunque concita también rechazos. Dadas sus características, puede resultar una buena alternativa en personas con algunos tipos de discapacidad; no obstante, en otros puede significar un escollo para la inclusión.

Preliminar
La educación es, nada más ni nada menos, la transferencia de conocimientos, habilidades, creencias, valores, hábitos y toda una serie de cuestiones que hacen a la personalidad y a la inserción social de los individuos, que se realiza desde unas personas hacia otras y/o a través de la experiencia de cada uno.
Suele dividirse en formal e informal, aunque esta división es puramente académica, dado que se trata de un proceso complejo, que dura toda la vida y que reconoce múltiples fuentes.
La informal es aquella que se obtiene de la observación, la repetición y el procesamiento de los datos que nos brinda el entorno. Se trata de una habilidad innata que se realiza casi sin intervención de la voluntad.
Por su parte, la formal implica una estructura, es decir, un procedimiento ordenado, dividido en etapas más o menos acordes a la edad del individuo, que busca impartir conocimientos básicos, intermedios y especializados, teóricamente de acuerdo a la capacidad y al interés de la persona para desarrollarse individual y socialmente.
Ello idealmente, porque la realidad indica que la educación siempre es ideológica, aun cuando se la revista de asepsia profesional, porque el solo hecho de escoger determinados temas y conceptos en detrimento de otros la orienta en cierto sentido, que, se supone, representa el ideal de la sociedad o de grupos determinados.
Por este motivo, la educación conoce diversas formas (privada o pública, religiosa o laica, por ejemplo) y, a su vez, la metodología de la enseñanza varía no solamente por los nuevos aportes de las Ciencias de la Educación, sino mediada por las diversidades geográficas, culturales, económicas, sociales y muchas otras que inciden en su forma y contenidos.
La educación implica una tensión entre lo público y lo privado, esto es, la diferencia que existe entre la persona y la sociedad de la que forma parte en cuanto a ideales, creencias, inclinaciones, etc.
Desde hace tiempo se buscan formas de educar que se dirijan menos hacia la estandarización y que se centren más en las características individuales de la persona.
Una de ellas es el Homeschooling o la Educación en Casa.

La educación en casa
Cualquiera sea la óptica con que se considere la educación, es un hecho irrefutable que las familias, antes que otras instituciones, tienen un rol fundamental en ella.
Por distintas motivaciones, muchas familias en todo nuestro planeta han decidido ejercer ese papel por sí mismas.
En este sentido, desde aquellos que quieren formar a sus hijos en un ambiente diferente al que proporcionan las escuelas hasta que la distancia hace dificultosa la concurrencia a ellas, se brindan motivaciones diferentes para la elección de este tipo de educación.
Como su nombre lo indica, se trata de que los padres y/o quienes tienen la responsabilidad de los niños asumen integralmente el deber de educarlos formalmente, obligación que, por otra parte, en la mayoría de los países tiene, además del moral, sustento legal.
Aunque el concepto hunde sus raíces en la historia antigua, donde, sobre todo para dignatarios y ricos, se acostumbraba que la prole tuviera tutores que los instruyeran en las materias que se suponían vitales, coexistiendo, en algunas culturas, con instituciones que brindaban igual servicio (no para todos), esta modalidad reaparece con fuerza recién en la década de los 70 del siglo pasado en los EE.UU., de la mano del polémico pensador austríaco Iván Illich (1926-2002), que en su libro “La sociedad desescolarizada” plantea la obsolescencia e inutilidad de los sistemas educativos formales, seguido por muchos otros que continuaron con su visión.
Entre ellos, el que más destaca es el educador norteamericano John Caldwell Holt (1923-1985), que también publicó una obra, denominada “Instead of Education: Ways To Help People Do Things Better” (“En lugar de Educación: formas de ayudar a las personas a hacer mejor las cosas”), en 1976, y también editó una revista dedicada al tema, que llamó “GrowingWithoutSchooling” (“Creciendo sin escolarización”) en 1977, y que lo sobreviviera tras su muerte hasta 2001.
Holt sostuvo que el animal humano es, por sí mismo, puro aprendizaje, que está capacitado para hacerlo y que lo que destruye o, por lo menos, adormece esa capacidad es que haya intermediarios que interfieran o traten de controlarlo. Según él, la Homeschooling no es una respuesta a las escuelas que brindan una mala calidad educativa, sino que va más allá, afirmando que se trata de la forma natural de hacerlo, puesto que el hogar es la mejor base, independientemente de la calidad de los establecimientos.
Entre las ventajas que señalan aquellos que la practican señalan:
– Mayor flexibilidad para intentar el método que mejor se adapte al educando, permitiendo distintas estrategias.
– Desestructuración: cualquier momento del día sirve para enseñar, no dependiendo de horarios sino más bien de la disponibilidad del niño y su mejor condición para participar. Como ejemplo se da que si se halla más receptivo por la mañana, es entonces cuando se procederá, de lo contrario, se intentará por la tarde.
– Estimula la responsabilidad. Al no tratarse de una imposición, no rehúyen de la educación, sino que se apegan a ella, participando activamente en el proceso.
– Produce un mejor aprovechamiento del tiempo, ya que puede intercalarse con otras actividades. Asimismo, permite que le dedique más horas a aquellas materias que le resulten más engorrosas y menos a aquellas otras fáciles.
– Incita a investigar y a hallar soluciones a los problemas que se les plantean, acicateando la curiosidad.
– Implica una mejor calidad en las relaciones familiares, habilitando un mayor y mejor contacto, involucrando a los padres activamente en el proceso educativo de sus hijos.
– Produce una transmisión más adecuada de los valores, creencias y modelos familiares, sin tantas interferencias externas.
Por otro lado, existen diferentes formas de encarar este tipo de educación, según diversas corrientes educativas que la sustentan e incluso también por las preferencias personales de los individuos.
Entre otras maneras de encararla, las más corrientes son:
– Educación libre o no formal:En este estilo, no se siguen parámetros prefijados, sino que se busca que el propio estudiante vaya descubriendo y organizando su aprendizaje con una mínima guía de sus educadores, sean estos sus padres o personas ajenas que puedan integrar conocimientos que ellos no poseen. No existe la currícula y se considera que la integración social se realiza más naturalmente en ese ámbito que encerrado en una escuela.
– Educación curricular: Se toman los programas escolares, pero se los aplica respetando los tiempos y los intereses de los niños, de forma que los padres actúan como nexo entre la educación formal y sus hijos, respetando los planes educativos.
– Educación a distancia: Esta modalidad, que surge con la popularización de internet, también es utilizada, tomando los materiales que se ofrecen y regulando su administración, sirviendo de tutores los propios progenitores.
– Formas mixtas: Implican que los padres toman las riendas de la instrucción de sus niños, pero pueden recurrir a la ayuda de las escuelas locales para lograr apoyo en determinados temas.
Un aspecto a considerar es que el rechazo a la educación formal no es total. En este sentido, muchos de los educados por este medio se presentan a convalidar sus logros en las instituciones, en las cuales se les toman las pruebas correspondientes para corroborar su aptitud.
También es frecuente que, aproximadamente a los 16 años, se los envíe a la escuela a completar sus estudios, para obtener la graduación, sobre todo si los estudiantes piensan seguir una carrera universitaria, dado que sin ella la inscripción, en la mayoría de los países, es imposible.
Ello, explican los homeschoolers, no significa arriar las banderas, sino que se considera que la estructuración psíquica de los jóvenes de esa edad ya está lo suficientemente firme como para evitar las malas influencias que podrían desviarlos de las metas.

Educación en casa en el mundo
El país en que más prendió esta modalidad, con todas sus variantes, es EE.UU., donde se estima que alrededor de dos millones de niños se educan con este sistema (2,2% de la población estudiantil).
Las estadísticas muestran que esta modalidad es mucho más frecuente en familias cuyos responsables alcanzaron un grado de instrucción secundario o universitario y que, a su vez las familias constituidas por una pareja casi duplican a las monoparentales. Cuando solamente uno de los padres no trabaja, los hogares que adscriben al Homeschooling más que duplican la media (5,6%).
En Gran Bretaña, las estimaciones indican que el 0,6% de los estudiantes de los primeros niveles recurren a este tipo de educación, mientras que en Australia entre 30 y 40.000 familias la utilizarían, cifra que concuerda con los datos de Canadá. En Nueva Zelanda, el fenómeno es importante, ya que alrededor de 10.000 niños se hallarían comprendidos en esta modalidad, teniendo en cuenta que la población total no alcanza a los 4,5 millones.
En España se cree que alrededor de 4.000 familias se inclinan por la Educación en Casa.
En lo que respecta a América Latina, no existen datos disponibles pero, aunque muy minoritaria, esta opción gana cada vez más terreno, a juzgar por la existencia de muchas páginas y blogs en dichos países que abogan por ella.
La carencia de cifras más o menos exactas se debe a que, en general, prácticamente no existe la regulación legal de esta enseñanza en casi ningún lugar del mundo ni las estadísticas relativas a Educación la consideran en sus cuadros estadísticos.
Por otro lado, si bien tampoco está prohibida, para alcanzar los títulos oficiales en las distintas instancias, usualmente se requiere que se validen los conocimientos mediante evaluaciones realizadas por parte de la educación formal.

Críticas al Homeschooling
Una de las más importantes que se le hace a esta forma educativa es que se trata de una especie de segregacionismo, en cuanto se aísla a los educandos de sus pares, lo que, a su vez, impide que los niños accedan a la diversidad ideológica, social, cultural, etc., que les permita abrir sus mentes a otras realidades y experiencias. Es por ello, señalan algunos críticos, que muchos de quienes practican esta modalidad, sobre todo en los países de habla inglesa, suelen ser miembros de sectas cerradas o de posiciones ideológicas o religiosas rígidas.
Otro punto de discordia es el que alude a que la mayor parte de las familias que lo practican deben disponer de mucho tiempo libre para poder hacerlo, dado que debe dedicársele muchas horas, lo cual no siempre sucede, sobre todo cuando ambos progenitores trabajan fuera de casa.
La capacidad educativa de los padres o encargados de los niños es otro aspecto que despierta suspicacias, no solamente por su calificación desde el punto de vista de sus logros académicos, aspecto importante, sino también en lo que hace a las aptitudes pedagógicas, la paciencia y la dedicación, puesto que, aun aquellos que hayan logrado títulos universitarios, no todos son capaces de una transmisión eficaz y adecuada.
La desestructuración en la enseñanza puede producir desequilibrios. En este sentido, se explica que la mencionada virtud de la flexibilidad en cuanto al tiempo a dedicar a distintas áreas del conocimiento puede resultar en falencias en aquellas que resulten de menor interés, además de hallarse constreñidos los logros por la capacidad de los padres que no reconozcan sus limitaciones en determinadas materias, sobre todo cuando no se acepte recurrir a terceros para apuntalarlas.

Homeschooling y discapacidad
Según explican los seguidores de esta forma educativa, puede resultar conveniente ante algunas situaciones.
Desde esta perspectiva, se acota que, para aquellos que manifiestan trastornos conductuales, algunos tipos de Autismo, problemas de atención, psicológicos, sensoriales y/o emocionales, entre otros, el Homeschooling puede resultar una alternativa superadora, así como para algunos otros con problemas de integración grupal, como las víctimas de bulling, por ejemplo.
Al no tener que someterse a reglas estrictas de comportamiento, la pasividad que implica sentarse durante horas en quietud, horarios rígidos, ni estar expuestos a estímulos sensoriales y de todo tipo inmanejables para los sujetos, y al hallarse en un ambiente fácilmente controlable, algunos especialistas en educación abogan por la que se lleva a cabo en el propio hogar como una forma pasajera (hasta que el tratamiento emprendido dé sus frutos) o definitiva (cuando ello no ocurre).
Por otro lado, la desestructuración de las formas coadyuva para buscar aquella que mejor cuadre a las necesidades del niño, así como las estrategias a utilizar, ello sin la necesidad de buscar otro establecimiento que más se adecue al educando, como ocurre con la educación formal, además de no existir la necesidad de pasar por la adaptación de este a un nuevo ambiente, a otros compañeros, docentes, etc., con las complicaciones que ello supone.
También la flexibilidad horaria, más la dedicación y atención de los padres, sumado ello al conocimiento profundo del niño hacen que la educación casera sea una alternativa viable en los casos en que la interrelación social se vea dificultada.
Se señala que para poder educar a estos niños es necesario que los padres o encargados de su educación estén abiertos a recibir ayuda externa profesional para suplir las deficiencias propias que se adviertan o para conocer otras formas de abordaje, más allá de los libros, artículos de revistas y el material en internet disponibles, dado que, si bien los cuadros pueden resultar similares, cada uno posee sus peculiaridades.
En general, no se advierte la utilidad de la Educación en Casa para personas con discapacidad física, excepto que el traslado hacia las instituciones educativas sea dificultoso o que cursen algún otro impedimento que lo indique.

Colofón
El Homeschooling posee, como casi toda actividad humana, seguidores y detractores.
En lo que respecta a las personas con discapacidad, si bien las objeciones a su implementación son menores, se presentan algunos reparos.
Por un lado, se asevera que algunos educandos con problemas como los reseñados es posible que necesiten exactamente lo contrario, es decir, una estructura que los contenga y rija, horarios que respetar, interactuar con otros, alejarse durante unas horas del ámbito familiar, etc.
Por el otro, algunos lo ven como atentatorio contra una reivindicación constante de las personas con discapacidad como es la inclusión, y que es posible que, en algunos casos en que se opta por esa forma, ello esconda otro tipo de motivaciones tales como la vergüenza, el desánimo, la falta de confianza para afrontar la situación y muchas otras, que no necesariamente implican culpa.
Como ocurre en casi todas las circunstancias, para adoptar o no el Homeschooling debe analizarse el caso particular, teniendo como meta lo que sea mejor para el niño y las posibilidades reales de los padres.

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