miércoles, 11 de noviembre de 2015

Premian a médicos del Garrahan por salvar a más chicos con cáncer


Un equipo de investigadores y médicos del Hospital de Pediatría Juan Garrahan ganó el premio Bernardo Houssay en farmacología del Centro de Estudios para el Desarrollo de la industria Químico-farmacéutica Argentina (CEDIQUIFA). Fue porque desarrollaron una estrategia exitosa contra un cáncer que afecta a los ojos de los más chiquitos, el retinoblastoma. Consiguieron aumentar la tasa de curación hasta el 98% de los casos y bajar los efectos adversos del tratamiento con quimioterapia.
El retinoblastoma es una enfermedad por la cual aparecen células malignas en la retina del ojo. Su incidencia es de 8 mil casos nuevos al año en el mundo. Entre sus síntomas, se encuentra que la pupila del ojo tiene un aspecto blanco (en lugar de rojo) cuando se expone a la luz. En la Argentina, se detectan 45 nuevos casos por año, y el 80% son derivados para su atención en el Hospital Garrahan en Capital.
“Veníamos trabajando en el tema del retinoblastoma, pero hace 10 años incorporamos a investigadores básicos e hicimos trabajos experimentales en animales. El conocimiento científico que producimos sirvió para desarrollar un tratamiento más racional contra la enfermedad, con menos efectos adversos. No sólo conseguimos que se cure el 98% de los niños que tratamos, sino que se aumentó la probabilidad de preservar los ojos y la visión”, contó a Clarín Guillermo Chantada, coordinador del equipo. En países como Bolivia, la curación no supera el 30%, y en Nigeria, menos del 10%. 

El jurado del premio estuvo formado por Gustavo Negri, vicedecano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA), Eduardo Charreau, presidente de la Fundación Instituto de Biología y Medicina Experimental; Regina Wikinski; Silvia Wikinski; Damasia Becú, directora del Ibyme del Conicet; Alejandro De Nicola, y Eduardo Gallardo, presidente de Cediquifa. Se valoró la estrategia del tratamiento basada en el modelo de investigación traslacional: “Respondemos las preguntas tanto desde el lado del laboratorio como desde el paciente”, agregó Chantada. 
Otro logro reciente fue el descubrimiento de un marcador molecular, en colaboración con la Universidad Nacional de Quilmes. El marcador permite detectar la enfermedad cuando ya se dispersó por fuera del ojo. “Al rastrear el cáncer en el cuerpo, podemos decidir un mejor tratamiento, según el estadío de cada paciente”, precisó. Estiman que el marcador será útil en los próximos años en los países en los que los chicos acceden tardíamente al diagnóstico.
Con el doctor Chantada trabajan: Emiliano Buitrago, Alejandro Ceciliano, Adriana Fandiño, María Teresa García de Dávila, Gabriel Mato, Flavio Requejo, Claudia Sampor, Paula Shcaiquevich, Mariana Sgroi, Paula Taich, Ana Vanesa Torbidoni, y Úrsula Winter. 
El equipo no se detiene: ya consiguió un subsidio de la Agencia Nacional de Promoción Científico-Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), y hará la secuenciación del genoma de pacientes con retinoblastoma avanzado, en colaboración con científicos de la Fundación Instituto Leloir.

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