domingo, 21 de enero de 2024

Fuerte crítica de la OMS al proyecto de salud mental de Milei y al fracaso de los gobiernos anteriores




La Organización Mundial de la Salud (OMS) y su filial regional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) manifestaron su rechazo a las modificaciones de la ley de salud mental propuestas por la famosa ley ómnibus del Gobierno de Javier Milei, en un duro documento difundido este viernes. Fue en respuesta a una carta de referentes de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) que buscaron apoyo del principal organismo internacional de salud para enfrentar los cambios impulsados.

Las propuestas detalladas en la página 167 de la abultada “Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” dividen las aguas en el sector.

Por un lado, el texto del Gobierno concede reclamos centrales de los familiares de quienes vienen sufriendo la desidia del Estado en materia de salud mental. A la vez, reflota ideas que, creen otros (como la AASM y, se ve ahora, la OMS también), contradicen tratados internacionales en la materia e implican un retroceso con respecto a los avances prometidos en la incumplida ley de salud mental promulgada en 2010.

Este sábado (al día siguiente de la publicación original de esta nota), fuentes del Ministerio de Salud transmitieron una aclaración, y es que ley enviada al Congreso, en efecto incluye un apartado dedicado a la salud mental, con la intención de justamente darle centralidad al tema y debatir una ley que en la práctica ha traído dificultades para su plena implementación. De este modo, explicaron, se atiende también a la preocupación de muchos familiares que no vinieron encontrando "respuestas adecuadas".

El organismo internacional de salud subraya “la notable demora en el desarrollo de servicios de salud mental de segundo nivel de base comunitaria, en la integración de éstos a las redes de salud de primer nivel, que deberían ser la base del sistema y con hospitales generales, así como en la sustitución de los monovalentes”.

Como parte de esa crítica inicial que va dirigida tanto al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como al de Mauricio Macri y al de Alberto Fernández, la OMS destaca que, “en la actualidad, hay una brecha importante entre los contenidos de la ley y su implementación efectiva, lo que pareciera marcar la necesidad de avanzar en la activación del cumplimiento legal, el fortalecimiento de la inversión y de la respuesta sanitaria en salud mental”.

Tras ese comentario, el organismo acusa recibo de la preocupación transmitida por la presidenta de la AASM, Liliana Verónica Moneta, y el secretario general, Alberto Trímboli, los firmantes de una breve carta de pedido de apoyo que había sido enviada este jueves.

Impresiona no solo la rapidez en la respuesta de la OMS (el texto lleva la firma de Eva Jané Llopis, representante de la OPS-OMS en Argentina) sino el detalle en las evaluaciones de los diversos temas.

Qué dice la OMS sobre las propuestas de Milei en salud mental

Frente a los cambios sugeridos, el organismo enfatiza que “ciertas modificaciones podrían exacerbar las dificultades ya existentes en la implementación efectiva y contravenir estándares internacionales de derechos humanos”.

Enseguida se oponen a uno de los temas más sensibles: la propuesta del artículo 5 de la ley ómnibus, según la cual, el juez, sin evaluación de un equipo interdisciplinario de salud, podría decidir la internación involuntaria de una persona. La OMS remarca que esto podría “facilitar las internaciones involuntarias sin sustento científico/sanitario”.

Luego aluden al artículo 11 de la ley “bases”, ya que “reduce el foco en el abordaje comunitario y habilita comunidades terapéuticas, limitando el modelo comunitario de atención”.

También al 20, porque “amplía las causales para la internación involuntaria y establece que se requiere la firma de un solo profesional, en lugar de al menos dos, como es en la actual ley”. En este punto plantean que un cambio así podría impactar “en una mayor medicalización, judicialización e institucionalización”.

Suman una crítica al artículo 22, que elimina "la posibilidad de que el defensor solicite la externación”, lo que, dice el organismo de salud internacional, “tiende a perpetuar internaciones prolongadas y limita el derecho de defensa de los usuarios”.

También apuntan que el artículo 23 “facilita la extensión de la internación involuntaria y restringe la libertad de circulación de las personas internadas”; y que el 27 elimina la prohibición de crear nuevos monovalentes, lo que frena “el proceso de reforma hacia un modelo comunitario de salud mental” y “contradice el principio de progresividad y no regresividad en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC)”.

Hay más: critican lo propuesto en el (para muchos muy polémico) artículo 28, que “habilita las internaciones en monovalentes y desplaza aquellas en Hospitales Generales, recomendadas por la ley vigente”.

Por fin, mencionan que el artículo 39 “cambia la composición del Órgano de Revisión, excluyendo la representación de usuarios, familiares y sociedad civil, desdibujando su función de control y protección de derechos”.

En cada uno de los ítems anteriores, la OMS destaca en qué medida los cambios propuestos por el Gobierno contradicen aspectos puntuales de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD).

La brecha que ve la OMS en Salud Mental

En la carta, que tiene cinco páginas, hay un largo pasaje dedicado a explicar los problemas que la OMS ve a nivel regional y local.

En este punto, recuerdan la sugerencia de que las internaciones involuntarias se reserven “para casos excepcionales de riesgo inminente en que la persona no pueda comprender la necesidad de la medida”, un tema muy polémico para los familiares de las víctimas del sistema de salud mental de Argentina, quienes solicitan hace años que se incluya la figura del “riesgo potencial”.

Sin nombrar ese punto, la OMS recuerda que, tal como está la ley hoy, “se busca prevenir abusos y garantizar una utilización excepcional y proporcionada de dicha medida”.

Pero, si bien suman que “para responder integralmente a la problemática de la salud mental, la ley ordena sustituir el viejo modelo centrado en instituciones psiquiátricas por una red de dispositivos comunitarios”, advierten la “notable demora en el desarrollo de servicios de salud mental” acorde a la normativa vigente.

No es menor (desde el punto de vista de quienes piden cambios) que la OMS subraye un diagnóstico negativo. Dicen que “la tensión en el sistema de salud argentino deriva de que mientras disminuyen las camas en los monovalentes, los dispositivos alternativos para atender los problemas de salud mental y de consumos problemáticos son insuficientes, y buena parte de los recursos quedan restringidos a los hospitales monovalentes”.

Tampoco, y esto quizás sea primordial, que remarquen que, para una transformación lógica "se requiere financiamiento adecuado, destinando más fondos a la salud mental y reforzando la externación y reducción de camas en hospitales psiquiátricos".

Fuente:Clarin

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